La Inversión Extranjera Directa (IED) que México atrajo durante los primeros seis meses de 2007, fue de 13,250 millones de dólares (mdd), que representan 52.37 por ciento más de lo acumulado en el mismo periodo de 2006, aseguró Carlos Arce Macías, subsecretario de Normatividad, IED y Prácticas Comerciales de la Secretaría de Economía.
El mayor flujo de inversiones provino de Estados Unidos con 60.7 por ciento; seguido por España, con 13.9; Bermudas, con 7.3; Islas Vírgenes, con 4; Holanda, con 3.8; Francia invirtió en México 3 por ciento y Bélgica, 1.5 por ciento.
El principal destino de la IED fueron la industria manufacturera con 44.2 por ciento del total invertido, en particular la dirigida a las industrias automotriz, de productos metálicos, maquinaria y equipo; de metales básicos; sustancias químicas y productos petroquímicos.
La SE elevó su estimación sobre la captación de IED en 2007 de 18,300 millones de dólares a 23 mil millones al cierre de este año, nivel no observado en el país desde 2001, cuando se hizo la compra del Grupo Financiero Banamex.
Arce Macías destacó que el primer semestre de 2007 representa el mejor inicio de año en la llegada de flujos extranjeros, debido a la confianza que los inversionistas tienen en México, por lo que descartó que la turbulencia hipotecaria en Estados Unidos represente un riesgo para la economía nacional.
“El dinamismo de los flujos de la IED en el primer semestre de 2007 denota las expectativas favorables de los inversionistas internacionales en el rumbo de la economía mexicana, y confirma a México como uno de los destinos más atractivos para los flujos internacionales de inversión productiva, en especial de América Latina, donde el país ocupa el primer lugar.”
El funcionario detalló que los resultados obtenidos con la llegada de IED en el primer semestre del año permiten prever que 2007 será “el segundo mejor año de la historia”.
Carlos Arce dijo que el incremento en las expectativas de captación responden a la confianza que los inversionistas tienen en México, a la estabilidad de la economía y a la certeza de que la crisis hipotecaria que aqueja a Estados Unidos no tendrá repercusiones en la economía nacional.
AFRC
Revista Protocolo
