Comercio y Negocios

Nearshoring: lo que se viene para México

El nearshoring podría llevar al país hacia una nueva era de crecimiento económico y desarrollo industrial

Ciudad de México, 22 de noviembre de 2023.— El futuro económico del país tiene una oportunidad sin precedentes: el nearshoring. Este fenómeno, impulsado por diversos factores como el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia de covid-19 y la búsqueda de eficiencia en las cadenas de suministro, colocan a México en el centro de la escena económica mundial.

El nearshoring es una estrategia empresarial para mover o relocalizar parte de su producción (construir nuevas plantas) y ubicarse más cerca de su mercado destino. Las empresas buscan reducir sus procesos de producción y tratan de mantener sus operaciones activamente (menores cuellos de botella).

México, el candidato natural

Este interés de las empresas por simplificar sus cadenas de suministro ha colocado automáticamente a México en un lugar privilegiado. No hay país en el mundo con una mejor oportunidad para aprovechar o sacar ventaja de este nuevo fenómeno. México es el candidato natural para generar las mayores ganancias económicas.

Con una posición estratégica y una larga historia de colaboración con Estados Unidos, México se erige como el candidato ideal para capitalizar las oportunidades del nearshoring. Las cadenas de producción y logística desarrolladas desde la implementación del TLCAN en 1994 han establecido una base sólida.

La proximidad geográfica con Estados Unidos garantiza cadenas de suministro más cortas, reduciendo tiempos de traslado y costos de transporte. Esta ventaja se vuelve crucial en un contexto de interrupciones globales como las causadas por la pandemia y conflictos comerciales. Por otro lado, la sincronización del huso horario facilita la comunicación entre centros de producción, proveedores y mercados, fortaleciendo las operaciones comerciales.

El competitivo costo de la mano de obra nacional ha sido otra ventaja a favor. Con un costo de mano de obra de 4.8 dólares por hora, México supera a China, convirtiéndose en una opción atractiva para las empresas que buscan eficiencia sin sacrificar calidad y, finalmente, cuenta con infraestructura desarrollada y es un país con un gran número de tratados y acuerdos comerciales, lo que le permite comprar insumos y vender productos sin aranceles.

Retos, ¿Cómo garantizar que funcione?

El éxito del nearshoring depende de la estabilidad y cumplimiento de reglas establecidas. No hay que dar por sentado que simplemente funcionará ya que México tiene que garantizar un ambiente propicio para la inversión, abordando desafíos sociopolíticos, seguridad, crimen organizado, corrupción e impunidad.

Pese a la ubicación estratégica del país, es necesario asegurar que las inversiones se realicen en lugares adecuados, considerando recursos disponibles y demanda de espacios industriales. Además, para mantener y atraer inversiones se debe invertir en infraestructura logística, como transporte, puertos y aeropuertos, para facilitar el flujo eficiente de bienes.

Aunado a ello, la resolución de conflictos como la reforma energética es esencial para mantener la confianza de inversionistas y cumplir con los términos del T-MEC. México debe intensificar sus esfuerzos en la formación de mano de obra calificada, colaborando estrechamente con universidades para satisfacer las necesidades de las nuevas industrias.

Estados e industrias privilegiadas

Los estados del Bajío de México, como Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro, tienen grandes oportunidades en industrias como vehículos, autopartes, metálicas básicas, tecnológicas, eléctricas y electrónicas. Están posicionados para cosechar los mayores beneficios de esta estrategia.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México podría atraer alrededor de 35 000 millones de dólares al año solo por la relocalización, y la Secretaría de Economía señaló que más de 400 empresas estaban interesadas en dirigir sus inversiones hacia México.

Así, el nearshoring representa una ventana de oportunidad única para México. Sin embargo, su éxito requerirá abordar retos significativos, desde la estabilidad política hasta el desarrollo de infraestructura. Si México puede superar estos desafíos, el nearshoring podría llevar al país hacia una nueva era de crecimiento económico y desarrollo industrial. La clave radica en convertir esta oportunidad en una realidad sostenible.

Fotografía: https://www.engen.com.mx/

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