Cultura

Gozan una “dulce” noche de museos… ¡con sabor a chocolate!

Organizan “deliciosas” actividades como visitas guiadas por personajes caracterizados, catas y hasta talleres de dibujo con pintura… ¡de chocolate!

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán

El antropólogo Rodrigo Hernández Medina, caracterizado como pochteca, organizó la visita y talleres al Mucho
El antropólogo Rodrigo Hernández Medina, caracterizado como pochteca, organizó la visita y talleres al Mucho

Amable lector, es probable que mientras usted lee esta nota suba algunas calorías de peso, por lo que esperamos “no se ponga como agua para chocolate”, pero como queremos que usted disfrute, entonces… “¡le vamos a dar una sopa de su propio chocolate!”

Con la intención de dar a conocer la importancia del cacao en México, cuya planta tiene su origen en la época prehispánica, el Museo del Chocolate (Mucho) y el Museo Nacional de las Culturas, recientemente y de manera simultánea, llevaron a cabo una “dulce” dinámica, para celebrar la “Noche de Museos” del mes de marzo.

En el Mucho, los visitantes se transportaron imaginativamente a la época prehispánica, en donde un pochteca (comerciante y asistente del máximo gobernante azteca) los guio por distintas salas mientras explicaba la importancia de la planta de cacao, así como los usos que las antiguas civilizaciones que se establecieron en México le daban.

Para vivir esa experiencia y hacerla más deliciosa, se llevaron a cabo algunas dinámicas como catas, en las que se disfrutaron distintos tipos de chocolate, mientras se les explicaba el proceso en cómo fueron elaborados, y la mejor forma de disfrutarlos; y también otras más culturales, en donde el chocolate se volvió pintura y con ello se dibujaron algunos códices prehispánicos.

No nos hacemos responsables si al término de leer estas líneas, usted lleva a la práctica el pecado capital de la gula, si es así “no le pida pan al hambre, ni chocolate a la muerte”.

Peor tantito si comete actos de lujuria, y con ello, alguien le grita: “si como lo mueves lo bates… ¡qué sabroso chocolate!”; recuerde que “El chocolate excelente, para que cause placer, cuatro cosas debe ser: espeso, dulce, caliente y de manos de mujer”… ¡Perdón!, ¿ya ve lo que provoca el hacer, decir y hasta escribir, el chocolate?

En fin, “sea como el buen chocolate, que no tiene asiento”, así que… “¡tome chocolate y pague lo que deba!”.

Revista Protocolo

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