Danza

Cuando el flamenco flota o se sumerge en un Negro mar

La pieza coreográfica que junta teatro y flamenco basada en la obra de Marguerite Duras, en la que será necesario permitirse un momento de complicidad ante algo que parece estar a punto de nacer o morir, se presenta la última semana de septiembre en el Foro Casa de la Paz de la UAM

Revista Protocolo

Ciudad de México, 24 de septiembre de 2019.— Negro mar, propuesta escénica que reencarna una de las novelas de la escritora francesa Marguerite Duras, El mal de la muerte, cuyo eje es dar voz a aquello que nadie quiere ver o incluso nombrar, se presentará el 25 y 26 de septiembre de 2019 en el Foro Casa de la Paz, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde la locura, soledad, deseo de la muerte, enfermedad y pérdida, son palabras y frases, que ya no tienen lugar en una sociedad donde todo tiene que estar estable, limpio y lamentablemente carente de espíritu.

De Ruth Chávez, bailarina, coreógrafa y docente en danza española y flamenco, con puesta en escena de Alexandro Guerrero, Negro mar es una obra que implica un “transporte de espíritu” en tiempos donde nos resulta muy complejo abandonarnos al riesgo, a la ensoñación o al simple hecho de respirar, para volvernos tan amplios como el mar.

La pieza, considerada un canto melancólico a Eros y a Tanatos, cuenta con un curioso elemento: la danza flamenca que, por su potencia y vitalidad, entrega un ritmo y movimiento distinto en escena. De esta manera, la repetición, la declaración, la queja y el aullido, característico de este género, hacen que el diálogo sea aún más expresivo.

El espectador estará ante un cuerpo que puede ser al mismo tiempo un espejo, una cicatriz y un mapa de abandono en un contexto como el que ha visibilizado la lucha feminista contemporánea, además de encontrar en esta, el sentido de libertad y de la añoranza.

Cuarenta y cinco minutos de esta puesta buscan que el espectador, a través de una mirada subjetiva, sea testigo de necesidades imprescindibles en una sociedad de consumo del otro, como en la que vivimos, y en la que el director trabaja con el magnífico arte de la danza. “Las olas conducen a su propio ritmo. A veces se navega con velocidad, a veces con solo flotar”, cita Guerrero.

Negro mar: pieza coreográfica para un cuerpo, se presenta en Foro Casa de la Paz de la UAM (Cozumel 35, colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México). La entrada es libre.

Países que nos están viendo

ALIANZAS