Cultura

Eduardo Rodríguez, 35 años de vuelo seguro a través del arte

Las estructuras que originalmente se utilizaron para la creación de dirigibles aéreos han servido para la realización de esculturas

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán

Ing. Eduardo Rodríguez Ramírez
Ing. Eduardo Rodríguez Ramírez

El miedo a viajar en aviones llevó al ingeniero químico Eduardo Rodríguez Ramírez y a sus hermanos a interesarse más por los vehículos ligeros del aire y con ello encontrar el gusto por el estudio del vuelo seguro.

Para Rodríguez, el vuelo seguro son los vehículos aéreos más ligeros como los dirigibles y la razón de su seguridad es que no caen, no se estrellan, no se golpean, no están hechos con objetos punzocortantes pues son estructuras neumáticas; si llegan a chocar, no se dañan ni lastiman a quienes viajen dentro de ellos.

Esos estudios, lo llevaron en la década de 1980 a acercarse a los mejores especialistas en el área como los entonces directores del Centro de Ciencias de la Atmósfera, y de Posgrado en Aeronáutica del Instituto Politécnico Nacional, así como a los mejores financieros de la industria hulera para pedir apoyos a organismos gubernamentales como la Comisión Federal de Electricidad, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la Armada de México, entre otros, quienes reconocieron la importancia de las investigaciones pero no se animaron a dar apoyo.

La intención de estos acercamientos era la creación de dirigibles rígidos con la tecnología desarrollada por él y sus hermanos. Pero había un problema, México no podía producir aviones ni transportación aérea, según el Tratado de Bucareli firmado en 1923 por el entonces presidente Álvaro Oregón.

El vuelo seguro, con escala en el mundo del arte

Al no tener éxito con su proyecto, las estructuras utilizadas lo llevaron a la realización de esculturas que han servido como adornos de stands en exposiciones; el desaparecido Partido Popular Socialista las utilizó como archivero para proteger documentos importantes; el campus Xochimilco de la UAM las usó como parte de un observatorio meteorológico, y hasta han sido exhibidas en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM, y recientemente en el Centro Cultural Futurama de la delegación Gustavo A. Madero. Este proyecto artístico fue bautizado como Artecnia.

Artecnia consiste en la unión de estructuras que forman cuerpos voluminosos de distintas formas y tamaños, que por momentos dan la impresión de parecer cápsulas espaciales o cajas transparentes donde únicamente se puede ver el perímetro o contorno de éstas. Con el simple hecho de mover una de las estructuras, pueden cambiar su forma. Además de ser interactivas, pues el público puede introducirse en ellas.

Lo que pretende Artecnia, es hacerle llegar a los espectadores el mensaje del vuelo seguro.

Imposible de aterrizar

Si bien ha sido exitosa esa faceta artística, no deja de luchar por que sus proyectos en vuelo seguro sean aceptados, pues sigue acercándose a distintos organismos gubernamentales mexicanos pero aún son rechazados sin argumento alguno, sin considerar el éxito que para el país pueda tener a escala mundial. Tomando en cuenta que en 2010, por indicaciones del entonces presidente Felipe Calderón, se creó la Agencia Espacial Mexicana.

Por lo pronto, el ingeniero Rodríguez sigue defendiendo al vuelo seguro como algo urgente para el mundo por el ahorro de energía, pues comparándolo con los aviones, éstos consumen cantidades inmensas de combustible y un dirigible puede pasar horas haciendo operaciones en la atmósfera sin consumir un centímetro cúbico de gasolina. Además de ayudar a que el campo se dinamice, pues ayudarían a fertilizar la tierra.

Revista Protocolo

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