Cultura

El proyecto Templo Mayor ha generado más de 400 publicaciones

El investigador Matos Moctezuma cerró el ciclo de conferencias “Ciudad de México: patrimonio, memoria y arqueología”

El proyecto Templo Mayor ha generado más de 400 publicacionesEl Templo Mayor es el proyecto arqueológico que más publicaciones ha generado, más de 400 fichas bibliográficas, y en el que se han formado varias generaciones de arqueólogos y antropólogos a lo largo de 37 años de investigación, aseguró Eduardo Matos Moctezuma, quien coordinó los primeros trabajos de excavación en este sitio mexica del que han surgido numerosos hallazgos, entre ofrendas, estructuras arquitectónicas, miles de objetos y los monolitos de Coyolxauhqui y Tlaltecuhtli.

El investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cerró el ciclo de conferencias “Ciudad de México: patrimonio, memoria y arqueología”, que se presentó en el Centro Cultural de España de manera paralela a la exposición El patrimonio arqueológico de la Ciudad de México, en las rejas de la Catedral Metropolitana.

Ante un nutrido público, el especialista enfatizó que, luego de la conquista española en 1521, vendría la guerra ideológica. “Los conquistadores tenían que cambiar la visión del universo y la forma de pensamiento de un pueblo que había prevalecido durante cientos de años. Fue así que arrasaron con la última etapa constructiva del Templo Mayor como parte de esa lucha ideológica, toda vez que esta edificación simbolizaba para los mexicas el centro del universo.”

Eduardo Matos añadió que en esta edificación, considerada por los españoles como obra del demonio, se podía subir, simbólicamente, a los niveles celestes y bajar al inframundo, y de él partían las cuatro grandes calzadas que representaban los rumbos del universo. “Es un lugar cargado de sacralidad, dedicado a Tláloc y Huitzilopochtli, los dioses del agua y de la guerra, y, por tanto, un sitio vital para la producción agrícola y el poderío mexica.”

Detalló que la investigación arqueológica del Proyecto Templo Mayor ha arrojado numerosos hallazgos, los cuales comenzaron en 1978 con el descubrimiento de la diosa Coyolxauhqui, y cuyos materiales más significativos se exhiben en el Museo del Templo Mayor.

Refirió que el Huey Teocalli tuvo siete etapas constructivas y se amplió durante los gobiernos de Ixcóatl en 1430-31, y luego con Moctezuma I y Axayácatl hacia 1470. Los edificios siempre guardaban una orientación este-oeste, siguiendo el rumbo solar.

Uno de los hallazgos más relevantes fue un altar con más de 240 cráneos decorados, hechos en piedra y con estuco encima, que estaban al norte del Templo Mayor, en el área de los muertos: el Mictlan.

Asimismo, mencionó la diversidad de ofrendas, algunas en cajas de piedra con representaciones de pececillos hechos con concha nácar, canoas y otros elementos marinos asociados a Tláloc, y otras en cámaras, que contienen ollas policromadas, máscaras y una diversidad de objetos colocados de manera específica.

Eduardo Matos también habló del surgimiento del Programa de Arqueología Urbana (PAU), en 1991, a partir de los trabajos de renivelación de la Catedral Metropolitana. “Los ingenieros y arquitectos abrieron una serie de pozos circulares para detener el resquebrajamiento de la Catedral, que denominé en un escrito ‘La venganza de los dioses’. Aprovechamos ese momento para explorar los edificios de la gran plaza de Tenochtitlan que estaban debajo de este monumento y del Sagrario Metropolitano.”

De esta exploración surgieron numerosos materiales, como tortugas policromadas, sahumadores, botellones, una caja ensamblada de madera.

Destacó el hallazgo del monolito de la diosa Tlaltecuhtli el 2 de octubre de 2006, que hizo suponer que se trataba de la lápida mortuoria de Ahuízotl, ya que tiene el glifo 10 Conejo, que se relaciona con el año 1502, cuando murió este gobernante y subió al trono Moctezuma II.

La recuperación de las ofrendas, a cargo del arqueólogo Leonardo López Luján, ha permitido identificar numerosos materiales: cuchillos revestidos con atributos del dios del viento, un collar de caracoles, orejeras con conchas, un tocado con piezas de oro, adornos, cascabeles, elementos marinos, vasijas y sahumerios policromados, entre muchos otros.

Asimismo, en la calle de Donceles, debajo del Centro Cultural de España, se han hallado vestigios del Calmécac, escuela donde se formaban los nobles mexicas, en tanto que en las inmediaciones del Templo Mayor se encontró un piso de lajas labradas, cuyos grabados están asociados con el mito de la lucha entre Huitzilopochtli y Coyolxauhqui, el combate del dios solar y la deidad lunar.

Finalmente, Eduardo Matos destacó el descubrimiento de un edificio circular de 17 metros de diámetro, decorado con cabezas de serpiente, que algunas fuentes denominan cuauhxicalco, las cuales refieren que ahí se enterraban algunos tlatoanis.

Revista Protocolo

Países que nos están viendo

ALIANZAS