Cultura

¡Fuimos, fuimos, fuimos, al Circo Atayde Hermanos!

La empresa fundada en 1888 buscará llegar a nuevos teatros y cautivar a más auditorios. Cierra temporada en la carpa Astros, espacio que fue su sede por más de seis décadas

Revista Protocolo

El circo es el arte de la proeza y el asombro que impulsa la cultura de la imaginación y lo insólito sin la necesidad de efectos especiales, computadoras o realidad virtual.

“El circo es una expresión cultural”, asegura Alfredo Atayde Chávez, director comercial y productor del Circo Atayde, que el pasado fin de semana concluyó una breve temporada en la carpa Astros para celebrar su 130 aniversario.

Con esta serie de funciones que arrancaron el pasado 27 de abril, la empresa mexicana de artes escénicas fundada en 1888 por Aurelio Atayde Guízar se despidió del espacio ubicado en Calzada de Tlalpan 855, colonia Postal, que por más de 60 años fue su sede.

De acuerdo con Atayde Chávez, actualmente el Circo Atayde se enfrenta a nuevos retos para reinventarse sin negar su historia y abrirse a otras propuestas: “Dejaremos de presentarnos en la carpa Astros, los tres socios nos hemos planteado buscar nuevos teatros y auditorios. En el 2010, por ejemplo, tuvimos una temporada en el Teatro Esperanza Iris y nos fue muy bien.”

Consideró que un buen circo se caracteriza por su producción, contenido y calidad de sus espectáculos, de ahí la importancia de apoyarlo y preservarlo. “Somos los únicos que hemos apostado por revolucionar el circo tradicional, pero con cambios significativos después de la eliminación de los animales en los espectáculos”, dijo.

A lo largo de su historia y durante más de un siglo de actividades ininterrumpidas, este circo ha tratado de preservar la tradición e identidad de las artes circenses.

Luego de la Revolución Mexicana, la familia Atayde inició una gira por Centro y Sudamérica que duró 20 años, periodo en el que hubo de todo, desde experiencias extraordinarias hasta fracasos e incendios de carpas.

En 1927 los hermanos Aurelio, Patricia y Andrés Atayde Arteche, miembros de la segunda generación, se presentaron exitosamente en varias ciudades europeas con un número hasta entonces inédito en el viejo continente, que consistía en volar desde la primera barra hasta la tercera, haciendo dos vueltas y media en el aire sin propulsarse desde la segunda; gracias a esta proeza, Andrés Atayde Arteche figura en el libro Guinness de Records.

El Circo Atayde Hermanos volvió a presentarse en México el 15 de febrero de 1946, en una carpa instalada en la esquina de las calles Niño Perdido y Fray Servando Teresa de Mier y desde entonces ha ofrecido una temporada anual por la República Mexicana.

Artistas de Ucrania, Suecia, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Hungría, Perú, Cuba, Canadá, China, Suiza, Bulgaria, Kenia, Argentina o México, entre muchos otros países, han formado parte del circo más longevo de México que en 2004 recibió la presea Pista de Oro, el más importante reconocimiento mundial, otorgado por el Festival Internacional de Circo de Montecarlo.

En julio de 2005 firmó un convenio con el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, ahora Secretaría de Cultura, por medio del Centro Nacional de las Artes (Cenart) con el objetivo de preservar, revalorar y desarrollar las artes de circo en México. Fue así que en septiembre de 2005 inició en el Cenart y las instalaciones de Atayde Hermanos el diplomado “Hacia una Construcción Metodológica de las Artes de Circo”.

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