Literatura

Presentación del libro Botswana, el secreto del crecimiento

Un modelo cuyas bases fueron el nacionalismo y la inteligencia emocional de su pueblo

Por Guillermo E. Casas Sidwell

Por invitación de la doctora Mirna Pérez, destacada especialista en ozonoterapia que forma parte de la comunidad científica del estado de Puebla, acudí a la presentación del libro en cuestión que haría el maestro Salvador Luis Schiavon Muñoz quien ha destacado por su gestión como coordinador general de Agronegocios del gobierno de Puebla en un par de administraciones, pero sobre todo por su capacidad de análisis y conciliación en los asuntos relacionados con los factores socioeconómicos y la complejidad de la problemática rural del estado de Puebla. La sede de la presentación fueron las magníficas instalaciones de la Universidad Politécnica Metropolitana de Puebla cuyo rector, el maestro Jesús Carvajal Chartun, se preocupa por brindar al alumnado programas motivacionales y de concientización sobre los factores socioeconómicos de los que depende el desarrollo micro y macroeconómico.

En mi carrera de más de cuatro décadas pocas presentaciones de un libro me han impresionado tan favorablemente, el maestro Schiavon no solo es un detallado investigador, es un expositor de gran calado, ameno, desenfadado y por demás con una gran capacidad de empatizar con el auditorio. La investigación que resultó en la realización de su obra en conjunto con Luis Gerardo Córdova, libro que actualmente ya está en Amazon en su versión digital y que en breve será lanzado en la modalidad impresa. Volviendo a la presentación, vale la pena destacar que dentro de la misma Schiavon narra la historia del primer presidente de Botsuana, Seretse Khama, quien viviendo y estudiando en Londres, Inglaterra, conoció a Ruth Williams, una empleada inglesa del Lloyd’s of London, y se casó con ella después de un año de noviazgo. Este matrimonio interracial desató la ira del gobierno racista sudafricano, que aplicaba el apartheid, y de los ancianos tribales de los Bamangwato. Al ser informado del casamiento Tshekedi Khama, el tío de Seretse, le exigió retornar a Bechuanalandia y anular el matrimonio. Khama regresó a Serowe, pero luego de una serie de kgotlas (audiencias públicas), fue reconfirmado por los ancianos como kgosi en 1949. Ruth Williams, que viajaba con su nuevo esposo, demostró ser igualmente popular. Admitiendo su derrota, Tshekedi Khama abandonó Bechuanalandia, en tanto Seretse regresaba a Londres para completar sus estudios. En 1961 Khama saltó a la arena política fundando el Partido Democrático de Bechuanalandia (BDP), nacionalista. Su exilio le había dado una creciente credibilidad entre un electorado que quería la independencia, y el BDP derrotó a sus rivales socialistas y panafricanistas para alzarse con las elecciones de 1965. Convertido en primer ministro de Bechuanalandia, Khama continuó bregando por la independencia de Botsuana, desde la recientemente establecida capital, Gaborone. En 1965 una constitución delineó un nuevo gobierno de Botsuana, y el 30 de septiembre de 1966 el país obtuvo su independencia, con Khama como primer presidente. En 1966 la reina Isabel II del Reino Unido lo designó Caballero Comandante de la Muy Excelsa Orden del Imperio Británico.

Según las investigaciones de los autores, gran parte del éxito de Botsuana se debe a dos factores, uno a la preservación de un sistema de asambleas comunales denominadas Kglota cuya función es tomar las decisiones comunitarias pero no por votación sino por consenso sin importar el tiempo que le lleve a esta asamblea conciliar interés, pero destaca que sus miembros son individuos comunes, productivos que destacan como líderes, lo más relevante es que NO COBRAN, no tienen ninguna compensación salvo el reconocimiento de sus comunidades, o sea, muy parecido a nuestros legisladores en México, ¿no? Y el otro factor es la inteligencia emocional que ha sido fomentada por los gobiernos de ese país al grado que sus habitantes no piensan en la pobreza, es decir, piensan en las riquezas que pueden producir y la que la naturaleza les ha dado. Schiavon sostiene en su amena presentación “que los países que se la pasan creando programas contra la pobreza nunca salen de esta” y sin duda tiene toda la razón. En México la constante histórica en la época contemporánea ha sido la creación de programas contra la pobreza, contra el hambre y han resultado CONTRA EL HOMBRE, contra nuestra propia identidad, aniquilando la inteligencia emocional de los mexicanos.

Por qué y cómo el país más pobre del mundo, Botsuana, creció hasta convertirse en un país de desarrollo medio en un breve lapso de 50 años contados a partir de su independencia en 1967.

Mientras Botsuana negociaba y lograba su inserción en el concierto de naciones en el mundo, en México se gestaba un movimiento estudiantil de gran envergadura; pero en contraste, en ese país africano no hay registro de movimiento alguno por una sencilla razón, no había estudiantes. El grado máximo de escolaridad eran unos 80 estudiantes de secundaria.

En 1967 la Compañía de Teléfonos de México ahora Telmex celebraba ya la instalación de un millón de teléfonos; en contraste, Botsuana en ese mismo año solo disponía de mil 600 teléfonos, y en este mismo tenor, mientras en aquellos años solo llegaba un viejo DC-3 aún de hélices, en México aterrizaban ya aviones de turbina como el DC-8 y el DC-10.

En 1967 el 90 por ciento de su población estaba en pobreza y hoy, solo el 16.3 por ciento se encuentra en esa situación, porcentaje mucho menor al 43.6 por ciento que aún prevalece en nuestro país. Pero el punto más sorprendente es que Botsuana abatió sus índices de pobreza prácticamente sin aplicar programas de tipo social.

Los autores se proponen estudiar a través de la experiencia de Botsuana algo muchas veces soslayado por diversos analistas en temas socioeconómicos, la generación de riqueza. Paradójicamente abundan los estudios acerca de la pobreza, pero suele estar ausente el análisis de su contraparte, la generación de riqueza.

Botswana, el secreto del crecimiento analiza la evolución de la generación de riqueza en el mundo, además de las principales teorías económicas relativas al crecimiento económico desde una perspectiva sencilla apta para todo público y todo ello correlacionado al desempeño del impresionante crecimiento de ese pequeño país de África, permite así establecer una fórmula general del crecimiento económico a la que los autores han denominado la Triple Hélice.

Destacan dos aportaciones a la teoría económica actual y que se desprenden de la fórmula de la Triple Hélice; la primera deducción es que la generación de riqueza y el crecimiento económico es una singularidad histórica, mientras que la segunda y de mayor importancia es que el crecimiento económico no es incremental, sino que acontece a saltos. Estos conceptos presentan implicaciones definitorias a la hora de diseñar políticas que promuevan el crecimiento de las economías tanto a nivel de personas, regiones o países.

Algo sin duda de mayor controversia que se establece en el ensayo escrito por Salvador Schiavon y Luis Gerardo Córdova es que el fondo del secreto del crecimiento económico radica en un nuevo concepto al cual han denominado Inteligencia Emocional Social, elemento clave que permitió el milagro de Botsuana.

No cabe duda que el ensayo sobre Botsuana será controvertido y se podrá estar de acuerdo o no con su contenido, pero de que trae nuevos aires al conocimiento del funcionamiento económico de nuestras sociedades, de que elimina mucha aridez de los temas económicos y que además sitúa a la naturaleza humana, o más específicamente a la acción humana como el foco puntual desde el cual se comprende el devenir social, político y económico de nuestra realidad.

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