Pensando en llegar a aquellas personas con capacidades diferentes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por medio de Turismo Cultural (TC), ha organizado un recorrido especial para invidentes a la Zona Arqueológica de Tula, Hidalgo, a realizarse el próximo domingo 23 de julio.
En entrevista, el arqueólogo Francisco Rangel, expositor de este viaje, mencionó que es sin duda todo un reto llevar este tipo de recorridos culturales a la gente con discapacidad; sin embargo, considera importante que el INAH promueva el conocimiento del patrimonio cultural a todos los públicos, sin ninguna restricción, pues dentro de los objetivos del instituto se encuentra dar a conocer y difundir los bienes de la nación.
Comentó que el recorrido está diseñado para que las personas invidentes aprecien la manifestación cultural prehispánica de Tula; por medio de materiales especiales y la explicación pertinente de los objetos y su contexto, podrán explorar a través del tacto reproducciones a escala de piezas prehispánicas en piedra y ejemplos de relieves en repujado de los distintos lugares que recorrerán en la zona.
Así conocerán la ciudad de Tlahuizcalpantecuhtli, dedicada a Quetzalcóatl, que es testimonio de uno de los grandes mitos de la época prehispánica acerca del príncipe Ce Ácatl Topiltzin, encarnación del dios viviente que gobernó sabiamente a su pueblo y difundió el culto por las ciudades de Mesoamérica.
En este recorrido cultural, explicó el arqueólogo, al llegar a la parte superior de la pirámide llevarán a cabo la lectura de las inscripciones iconográficas de los edificios donde encontrarán columnas, pilastras y estatuas colosales grabadas que se erigen como centinelas, siendo éstas mejor conocidas como los “Gigantes de Tula”, para analizar que probablemente funcionaban como cariátides que sostenían el techo de este templo, y ése será el momento oportuno de palpar uno de estos gigantes.
“Se platicará sobre la iconografía y el desarrollo de cada una de las cariátides, y hasta del significado que la gente ha dado de que son extraterrestres, cuando en realidad son guerreros sacerdotes al culto de Quetzalcóatl.”
También visitarán la Acrópolis, que es donde se halla un juego de pelota; ahí el arqueólogo comentará los diferentes puntos de vista acerca de dicha actividad, tanto el significado mítico como la función real que tuvo esta práctica. De ahí partirán al mural de los animales mitológicos, en donde se encuentra una de las edificaciones religiosas más importantes de la ciudad, recubierta con lápidas esculpidas con relieves de jaguares y coyotes en procesión.
En el vestíbulo principal, dijo Rangel, se describirán los restos que se preservan del arte tolteca; uno de éstos consiste en una sección de banqueta adornada con una procesión, de derecha a izquierda, de 13 personajes de bajo relieve.
La importancia de estos jefes queda de manifiesto por sus magníficos tocados y ornamentos personales; todos ellos llevan escudos y están provistos de collares y brazaletes en manos y tobillos. A lo largo de la cornisa de la banqueta hay una línea o fila de serpientes: algunas con plumas, otras con el símbolo de las nubes como alusión a Mixcóatl.
Después se visitará el Tzompantli, estructura que fue utilizada para colocar los cráneos de los sacrificados y que tiene que ver con la fiesta del Tlachipehualiztli. Finalmente, recorrerán el Palacio de las Mil Columnas, o El Palacio Quemado.
“Como arqueólogos nos damos cuenta de que podemos desarrollar la capacidad para exponer estas temáticas de manera más explícita para que las personas con capacidades diferentes se lleven parte del mensaje cultural que también es de ellos.
“La intención es continuar con salidas a diversos lugares, sea con motivos virreinales, arqueológicos, ecológicos, y diseñar programas que abran la oportunidad y el conocimiento al patrimonio cultural; es una experiencia motivadora para convivir y aprender de la experiencia mutua”, concluyó Francisco Rangel.
El viaje está pensado para aquellas personas con capacidades diferentes —en este caso los invidentes—, que pueden ir acompañadas de alguien conocido o si llevan perro guía serán bienvenidas, más todas las personas que quieran participar en el recorrido.
Mayores informes a los teléfonos de Turismo Cultural del Instituto Nacional de Antropología e Historia, 5553-2365, 5553-3822 o dirigirse al Módulo de Atención en el Museo Nacional de Antropología.
Revista Protocolo
