La ópera se presentó el pasado 7 de agosto en el Teatro del Bicentenario de León, Guanajuato, y recorrerá posteriormente nueve estados de la República, para ser representada en el Palacio de Bellas Artes en 2014
Como una producción mexicana con todo el esplendor que hubiera querido Giuseppe Verdi, definió el tenor mexicano Arturo Chacón al montaje de la ópera Rigoletto que inauguró el Programa Nacional de Ópera de Bellas Artes que dirige Ramón Vargas.
La ópera se presentó el 7 de agosto en el Teatro del Bicentenario de León, Guanajuato. Arturo Chacón, quien actualmente ofrece funciones de esta misma ópera en Provence, Francia, señaló que esta magna producción mexicana recorrerá posteriormente nueve estados de la República, para ser representada en el Palacio de Bellas Artes en 2014.
En información difundida por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) Arturo Chacón aseguró que “este montaje se da también en el marco de los 200 años del nacimiento de Giuseppe Verdi y me da mucho gusto que sea una coproducción, resultado del gran trabajo que ha realizado Ramón Vargas con el Conaculta y el INBA para impulsar el bell canto en nuestro país”.
Confesó que la ópera Rigoletto la canta muy seguido y le tiene mucho aprecio. “Tengo entendido que va a ser una producción como la quisiera Verdi, y eso me encanta porque soy un tradicionalista, hay que hacer las cosas bien y con tradición”, afirmó el tenor.
“Plácido Domingo me ha dicho que tenga cuidado porque es un papel muy difícil, y que incluso él lo cantó sólo 10 o 12 funciones en toda su carrera. Todos los tenores importantes con los que he platicado me dicen que es un papel de cuidado y así lo considero y nunca le pierdo el respeto, Rigoletto siempre te puede hacer una zancadilla, así que estamos siempre en alerta y entregados al personaje, que es la mejor manera de hacerlo vivir.
“Para mí, lo más importante que tiene la ópera en general que despierta sentimientos en ti. Qué importa lo que sea, si quieres odiar al duque de Mantua porque él es el autor de los problemas de Rigoletto y de Gilda, esos sentimientos despertaron algo en ti y van a enriquecer tu vida. Los sentimientos de compasión que tengas por Gilda y los sentimientos de miedo que tengas por Rigoletto, los vas a utilizar en tu vida, y tu alma se enriquece, y la música que escuches, las vibraciones de la orquesta que llegan a tu cuerpo, a tu cerebro y que recorrerán tus sentidos, esos sentimientos es lo que importa de la ópera, es lo que puede aportarle algo importante a la humanidad.”
Revista Protocolo
