La puesta en escena, basada en una visión contemporánea del drama griego, tuvo gran aceptación del público
Con diálogos y situaciones que apuestan por lo contemporáneo y que muestran otro punto de vista del mito griego de Orfeo y su amada, fue estrenada la obra Eurídice en el Teatro Helénico, que causó gran aceptación en el público, que brindó una lluvia de aplausos de varios minutos.
Con un texto de la dramaturga y poeta, nacida en Chicago, Sarah Ruhl, la dirección de Otto Minera y la actuación de Ana Serradilla, los asistentes se encontraron con una Eurídice que cuestiona su destino, se pregunta sobre su relación con los hombres e incluso reta a las fuerzas del inframundo.
El montaje cuenta también con las actuaciones de Alejandro Calva, Luis Gerardo Méndez, Arturo Barba, Ramón Barragán, Luis Villanueva, Isabel Aerenlund, Verónica Cardona y Nathalia Abitia.
La escenografía y la iluminación corrieron a cargo de Philippe Amand, el vestuario de María y Tolita Figueroa y la música original de Jacobo Lieberman.
Destaca asimismo el impecable trabajo de escenofonía realizado por el creador de este concepto en México y condecorado con la Medalla de Oro de Bellas Artes, Rodolfo Sánchez Alvarado.
En lo que pareciera ser un departamento de lujo al estilo neoyorquino, se desarrolla la trama en la que Eurídice está a la búsqueda del verdadero amor en su viaje por el más allá, pero teniendo como modelo el recuerdo del padre, en lo que freudianamente se llamaría un “complejo de Electra”.
A medida que ocurren los encuentros con un Orfeo roquero y fuera de lo común, quien intenta rescatarla de la muerte ocurrida el día de su boda, la protagonista revive las experiencias de su pasado y se muestra rebelde ante un destino con el que se manifiesta insatisfecha.
Algunos de los diálogos de la obra adquieren fuerza por la precisa dirección de Otto Minera, quien no obstante desarrollar la obra en el contexto contemporáneo, regresa a las raíces griegas, agregando al trazo la participación de un coro que se convierte en el eco de las desazones, las alegrías y los deseos ocultos de los protagonistas.
A medida que transcurre el montaje se aprecia las diversas etapas del duelo en el personaje de Orfeo, quien primero niega la muerte de su amada, luego se obsesiona por rescatarla y finalmente se confronta con ella y sus propios deseos, comprendiendo que regresar a alguien de entre los muertos es una tarea imposible.
El público, entre quienes se encontraban numerosos actores, directores y productores del medio teatral mexicano, celebró con ovaciones el sorpresivo final de la obra.
Otto Minera, acompañado por el elenco, agradeció el entusiasmo del público y celebró el trabajo de la dramaturga Sara Ruhl para ofrecer este texto colmado de matices, vueltas de tuerca y donde la acción se centra sobre el mundo femenino y sus constantes cambios.
“Apostamos por una nueva versión de esta historia y creo que ha tenido un gran resultado gracias al talento de los actores, del equipo artístico y técnico. El teatro se construye con muchos puntos de vista y esfuerzos en conjunto, pero la última palabra la tiene el público, quien puede ayudarnos con la mejor publicidad, recomendando la obra de boca en boca.”
Eurídice se presenta los viernes a las 19:15 y 21:30, sábados a las 18:00 y 20:30 horas y domingos a las 17:30 y 19:45. Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico de Conaculta, Avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn.
Revista Protocolo
