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Francia acogerá la Eurocopa de futbol de 2016

Por Sylvie Thomas

Además de la repercusión mundial y del entusiasmo que esto conlleva, este evento deportivo afectará considerablemente a la economía del hexágono francés

La apuesta era importante: la Eurocopa de futbol es un evento internacional que aporta grandes beneficios (se trata del tercer evento deportivo a escala mundial en cuanto a su cobertura mediática). Por otro lado, la edición de 2016 tendrá una mayor amplitud dado que será la primera en la que participen 24 equipos en lugar de los 16 habituales.

Francia, candidata a organizar la Eurocopa de 2016, ha presentado un buen proyecto y ha jugado sus cartas de forma eficaz, lo que le ha permitido dejar a Turquía sin opciones. El actual presidente francés de la UEFA, Michel Platini, quien antaño lucía el 10 de la selección francesa y que conquistó la Eurocopa de 1984 en París, se ha mantenido neutro y no ha participado en la votación; a pesar de ello, la Unión Europea de Federaciones de Futbol ha tenido en cuenta la seguridad que le ofrecía la candidatura francesa en materia de organización y beneficios.

Francia, organizadora de importantes eventos deportivos internacionales como la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1998, ha puesto sobre la mesa su experiencia, su saber hacer y su gran capacidad de movilización, indispensables para garantizar un correcto desarrollo de la competición. Además, ya dispone de una gran variedad hotelera de calidad y de una red de transportes que cubre todo el territorio; en este último aspecto, se han realizado inversiones adicionales, como las obras de la estación Saint-Jean de Burdeos destinadas a las nuevas líneas del TGV.

Un solo aspecto negativo: los estadios. “Los estadios franceses están anticuados”, afirma Laurent Wetzel, redactor jefe adjunto de la revista France Football. “La construcción de estadios nuevos es una obligación económica absoluta y vital”. Una cifra ha permitido a Francia marcar el gol decisivo: mil 700 millones de euros. Éste es el presupuesto, que incluye la financiación pública y privada, que se invertirá en la construcción y renovación de las instalaciones deportivas.

Se han preseleccionado 12 estadios para la celebración de los encuentros. De éstos, se seleccionarán nueve y tres quedarán como estadios de reserva. Sólo hay uno listo: el Estadio de Francia de Saint-Denis; se construirán cuatro nuevos estadios: en Burdeos, Lille, Lyon y Niza; por último, se renovarán otros ocho completamente: el Parque de los Príncipes en París, Félix-Bollaert en Lens, La Meinau en Estrasburgo, Marcel-Picot en Nancy, Geoffroy-Guichard en Saint-Étienne, el Velódromo de Marsella y el Estadio de Toulouse.

La construcción de esta nueva generación de instalaciones deportivas dará un nuevo impulso al futbol francés tanto profesional como aficionado. Se estima que la capacidad media de los estadios franceses pasará de los 27 mil a los 35 mil espectadores y, según un estudio publicado por un especialista del campo del patrocinio y del marketing deportivos, esta renovación generará 183 millones de euros de ingresos adicionales para los clubes.

“Francia podrá modernizar sus infraestructuras deportivas y ofrecerá un proyecto que se mantendrá activo durante los diez próximos años”, ha declarado Jean-Pierre Escalettes, presidente de la Federación Francesa de Futbol.

En efecto, el futbol genera una actividad económica intensa y duradera: “A diferencia del impacto económico efímero que se experimenta con los Juegos Olímpicos, la organización de una Eurocopa deja una herencia que perdura varios decenios”, afirma el analista deportivo, Nicolas Fernandez. Se calcula que la organización de la Eurocopa generará 15 mil empleos en el sector de la construcción para la fase de construcción y renovación, y unos cuatro mil empleos para el mantenimiento de las instalaciones. Una lotería para las regiones afectadas. Por otra parte, las distintas ciudades y administraciones territoriales se han volcado en la preparación del proyecto de candidatura. Éstas también deseaban impacientes la acogida de la Eurocopa de 2016, pues ello implica una mayor popularidad, turismo y, por supuesto, un mayor número de visitas durante la competición. Se celebrarán 51 encuentros en nueve ciudades anfitrionas y cada una recibirá una media de 50 mil espectadores aproximadamente. En total, se esperan 2.5 millones de espectadores, y las zonas de acogida (pueblos, pantallas gigantes…) que se encuentran alrededor de los lugares de competición podrán recibir 1.3 millones de aficionados más.

Laurent Wetzel señala lo siguiente: “La cobertura mediática será considerable, mundial, con repercusiones planetarias. Este acontecimiento debe suscitar un movimiento de simpatía y de entusiasmo popular de gran alcance”. Por lo tanto, la Eurocopa de 2016 debe convertirse en una gran fiesta, lo que ha constituido uno de los ejes centrales de la candidatura francesa: el buen ambiente. Finalmente, sólo falta que Francia venza en el terreno de juego… Las dos últimas competiciones de futbol celebradas en suelo galo, la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1998, fueron conquistadas por los bleus y, como dice el refrán “no hay dos sin tres”, por lo que hemos de mantener viva la esperanza.

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