El autor compartió con “el Che” transmisiones de televisión en Televisa y en radio a través de Estadio W, así como un sinfín de eventos deportivos y de tango
Texto: Luis Hernández Reyes
Fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán para la revista Protocolo Copyright© e Internet
“… no habrá más penas ni olvido… mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver…” Carlos Gardel.
Jorge Ventura Salermo (1940-2017) no necesitó dejar la tierra, cuando vino a México adolescente, la trajo consigo para nunca jamás olvidarla.
A su querido puerto lo mantuvo en el acento, en las costumbres y en su esencia.
Como fresca lechuga, el nombre popular del periódico La Afición se introdujo en sus primeras inquietudes en el mundo de las letras al mando de don Alejandro Aguilar Reyes, el gran “Fray Nano”, padre del periodismo deportivo, junto con Fernando Gómez Arias y Teodoro Cano conformando la primera tercia. Su inquietud, sobre todo en el mundo del futbol donde se reencontró con sus coterráneos en equipos como el León y el América, fincaron su pasión por el mundo del balón.
Jorge manejó los tres pasajes más importantes del periodismo: el escrito, el radiofónico y el televisivo, con esa gracia y dulzura para penetrar en el gusto del público.
En el periodismo escrito, además, con personajes como Eduardo Canto, Víctor Cota y un relumbrón llamado Leopoldo Meraz, mejor conocido como “El reportero Cor”.
En el mundo radiofónico, con sus compadritos del alma, el enorme Ángel Fernández y el gran Teodoro Cano, siempre fincando su mundo esférico del balompié sudamericano traído al mexicano.
Y en el televisivo compartiendo transmisiones con el señorón Ángel Fernández y el firme Fernando Luengas, el alegre Roberto Guerrero Ayala, el sobrio Gustavo Armando Calderón y los noveles en este mundo, Juan Dosal y Gerardo Peña. Mención aparte merece don Fernando Marcos ante quien debía mostrarse a la altura de un señor que abarcó las lides del futbolista, el árbitro, el técnico y el cinematografista.
“El Che”, con su acento, jamás desprendido, supo manejar el lenguaje futbolístico del antaño y actual durante todos los mundiales vividos, en especial, los campeonatos logrados en Argentina 1978 y el mundial de México 1986 que le produjo severas críticas por su desbandada nacionalidad hacia los suyos.
Sin embargo, en México se puede manifestar su deseo por impulsar el valor de las letras, con los suyos pese a conocimientos escasos, y con los iniciados en la búsqueda de alcanzar grandes alturas.
Ventura fue maestro, impulsor y solidario siempre en la mezcla de su Argentina y México.
En el estado de Hidalgo, estuvo al frente del programa dedicado a hablar del equipo de futbol “Los Tuzos” del Pachuca en la cadena Fox, mientras en México deleitaba sus amenos comentarios en radio con don Fernando Alonso y Ara Piloyán.
Sin desprenderse de su Argentina querida, promovía su querido tango en representaciones culturales, al tiempo que impulsaba a los artistas venidos de su país, siempre ligados a la embajada que le distinguía por la gran promoción que hizo durante toda su vida a su país.
Hoy Jorge Ventura Salermo se ha ido, en apariencia, su legado se mantiene por siempre bajo un símbolo: el tango, el futbol y las letras.
