Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
“Cuando le dijeron a Evo Morales que era el mejor presidente de la historia de Bolivia, él respondió que prefería ser el presidente de la mejor Bolivia de la historia”, fueron parte de las palabras que ofreció en su discurso con motivo del 194 aniversario de la independencia del país sudamericano, el embajador de Bolivia en México, José Vladimir Crespo Fernández.
Y sí, según la perorata del emisario boliviano, tal parece que Bolivia vive una situación económica de ensueño al referir que en 13 años de presidencia de Evo Morales Ayma, se ha logrado multiplicar por cinco el Producto Interno Bruto (PIB) que se tenía en 2005 y el salario mínimo nacional, así como reducir la pobreza extrema de un 38 por ciento a un 15 por ciento. “Tenemos la tasa de desempleo más baja de Sudamérica y las inversiones de salud y educación más altas de Sudamérica en proporción de porcentaje de nuestro PIB”, dijo.
Con las cifras antes señaladas y ante casi 100 asistentes, destacando una veintena de embajadores, que se dieron cita la tarde de ayer martes en la Embajada de Bolivia en México, el embajador Crespo Fernández siguió presumiendo a su nación como el país de mayor crecimiento en Sudamérica en los últimos seis años, “Cuatro veces el promedio de América Latina. Todos los organismos internacionales anuncian que este 2019 y el próximo 2020 nuevamente seremos en país de mayor crecimiento de América del Sur”, expresó.
En cuanto a la relación bilateral de Bolivia y México, el diplomático boliviano expresó su deseo para que en pocos meses los bolivianos puedan viajar a México sin necesidad de visa, así como la liberación de las restricciones paraarancelarias de productos bolivianos de exportación como la quinua y la leche en polvo. “Estamos en gestiones para otros tres productos y pretendemos reducir la diferencia de nuestra balanza comercial con México para los que abrimos, nosotros, nuestros mercados en productos de tecnología”, refirió.
Con el ofrecimiento de comida tradicional boliviana en el marco de un ameno ambiente que tuvo como colofón un bailable tradicional de Bolivia a cargo de una pareja de bailarines que portaban trajes típicos tradicionales de la nación andina celebrante, concluyó el festejo diplomático, pues por la noche en la Cineteca Nacional de la Ciudad de México, la Embajada de Bolivia continuó la celebración con la proyección de la película boliviana Soren del reconocido director de esa patria Juan Carlos Valdivia.
