Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
La organización que el gobierno de Perú llevó a cabo para la inauguración de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, contagió a la embajada peruana en México.
La sede diplomática del país inca en tierra azteca organizó recientemente un emotivo festejo para conmemorar la fiesta nacional del 198 aniversario de la independencia de Perú.
Arreglos florales con los colores de la bandera peruana, el icónico logo de la marca “Perú”, fueron esparcidos a lo largo del salón “Los Candiles” del Club Naval de la Ciudad de México, sede del evento.
Después de recibir a sus invitados, el embajador de Perú en México, Julio Hernán Garro Gálvez, ofreció un emotivo discurso rememorando el pasado, presente y futuro de la relación bilateral entre su país con el nuestro: “Es una amistad (la de México y Perú) que data de tiempos prehispánicos, somos focos de cultura autóctona en el hemisferio, herederos de los imperios más grandes del continente (americano), del mexica y el inca, últimas encarnaciones de civilizaciones autóctonas que ahora sabemos, se encontraron a través del (océano) Pacífico.”
Y aunque como tal, la justa deportiva panamericana no era el eje del festejo, el tema no se podía quedar atrás: “No puedo dejar de compartir con ustedes el entusiasmo que sentimos porque en unas horas más se inauguran en Lima (capital de Perú), los Juegos Panamericanos y los Parapanamericanos que serán seguidos después.
“Es la culminación de cuatro años de esfuerzo y confiamos poner un espectáculo de gran clase, pero sobre todo, será un ejemplo de integración a través de varias semanas del noble ejercicio del deporte.”
Así, con ese ambiente festivo-deportivo los más de 400 convidados, durante más de dos horas, disfrutaron de un variado repertorio de música peruana y mexicana a cargo de la Orquesta de la Secretaría de Marina, y ni qué decir del suculento bufé de comida peruana y de la variedad de bebidas destacando el pisco, la bebida alcohólica tradicional de Perú.
¡Feliz 28!
