A partir del 13 de febrero asumirá el cargo de coordinador del Departamento de Estado para la Cumbre de las Américas, la cual se celebrará en Cartagena en abril
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| John Feeley |
El ministro consejero de la Embajada de Estados Unidos en México, John David Feeley, anunció el fin de su misión mediante una emotiva y coloquial carta que envió el pasado 3 de febrero y la cual a continuación difundimos:
Querido amigos,
El otro día subí a mi trono en la esquina de Río Sena con Papaloapan detrás de la embajada americana. El bolero, un chimuelo de Hidalgo que sólo conozco por “tocayo” ya que se llama Juan, me pasó el periódico Metro. “Su sangre y carne matutina, tocayo”, me dijo con un guiño. Mientras echaba un vistazo a la cirugía estética de Lorena y leía de las últimas atrocidades de una banda de secuestradores en Tlalpan, el silbato del camotero me hizo subir la cabeza. Saludé al señor que no conozco pero que siempre pasa cuando me están boleando los zapatos y lo miré instalar su bici en su puesto de costumbre al lado del tianguis. Cerrando los ojos, sentado en mi trono, mi reino olía a cebollas picadas, jugo de toronja, café y humo de cigarrillo. Estaba contento. Estaba a mis anchas. Me sentía en casa al ritmo de mi rutina cotidiana en la gran ciudad de Mexico.
Entonces es con emociones muy encontradas que les escribo a ustedes, mis amigos y colegas, para informarles que pronto me toca regresar a Washington. El día 13 del corriente asumo el cargo de coordinador del Departamento de Estado para la Cumbre de las Américas, la cual se celebrará en Cartagena en abril. Después, si el Senado de mi país confirma a mi querida amiga Roberta Jacobson como subsecretaria para el hemisferio occidental, fungiré yo como su segundo.
Quisiera expresarles que al igual que mi puestecito en el tianguis de Río Sena voy a extrañarles a ustedes mucho. El calor humano, la amistad, y la solidaridad que ustedes me han brindado a través de los últimos años son muy especiales y los atesoraré en mis memorias para mitigar la pena que Cherie y yo sentimos al abandonar a Mexico —nuestro hogar adoptado— por la segunda vez en nuestra carrera.
Por las demandas del nuevo cargo me voy precipitadamente…, pero espero estar de regreso para despedirme de ustedes personalmente y presentarles a la maravillosa colega que me reemplaza, Laura Dogu.
Por el momento les digo “hasta pronto” y no “adiós”. Les agradezco de todo corazón su colaboración y amistad durante estos tres años. Pronto tendrán “su casa” en Washington.
Con enorme aprecio,
John Feeley
Deputy Chief of Mission
Mission Mexico
Revista Protocolo
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