“El Santo Padre es un don de Dios para toda la humanidad”: Franco Coppola
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández para la revista Protocolo Copyright©
Hace poco más de un año, México, especialmente en la Nunciatura Apostólica, celebraba la primera visita del papa Francisco al país; un año después, festeja el cuarto aniversario de su pontificado.
Recientemente, Franco Coppola, nuncio apostólico en México, ofició una misa en una de las capillas de la sede diplomática del Estado Vaticano en el país, en donde aparte de orar por el papado de Jorge Mario Bergoglio, realizó una amena recepción a la que acudieron personalidades del ambiente de la política y de la religión, destacando Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México.
En la eucaristía, Coppola señaló que el papa Francisco es un don de Dios para la humanidad, recordando pasajes de su visita a México en 2016, mientras Coppola estaba encargado de la nunciatura en la República Centroafricana y como lo mencionó: “en aquellos tiempos, no me imaginaba venir a México”.
Ya en la recepción en los hermosos jardines de la residencia en la colonia Guadalupe Inn y ante más de 200 invitados especiales, Franco Coppola recordó el discurso que Francisco dio el 15 de febrero de 2016 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; cuyas palabras estuvieron dirigidas a la juventud mexicana… Esa era la parte seria.
Pero el mismo nuncio se encargó de romper el hielo al recordar que en este 2017 se realizarán las bodas de plata del “matrimonio” que sostienen México y el Vaticano, y sí, 25 años en el terreno de lo oficial, aunque son muchos más: “Ustedes saben que los matrimonios hay un momento de bien, pero tenía que haber un paso para entrar en la oficialidad”, para después decir que se prepara un festejo especial para tal ocasión.
Seguramente, el sucesor de Benedicto XVI recordó el momento en que México lo recibió con los brazos abiertos, mientras que en la Nunciatura Apostólica queda impregnado el eco de aquel grito: “Francisco, hermano, ya eres mexicano”, y aunque no fueron los millones que en 2016 salieron a las calles a verlo y saludarlo, los asistentes, sin grito alguno, así lo hicieron sentir.
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