“La visita a México contribuirá a que haya paz y hermandad en Latinoamérica”, afirma el diplomático
Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán
Uruguay y Argentina son países muy parecidos entre sí, aparte de ser sudamericanos y de hablar español, son comunes denominadores también la comida, la pasión por el tango, el futbol y, a veces, hasta el modo de hablar.
El tomar una decisión y las prácticas políticas, como buenos vecinos, afectan o benefician a uno u otro. Pero también, por esa cercanía, los logros y resultados favorables han permitido un mutuo reconocimiento, no solo en los políticos, sino también con las sociedades argentinas y uruguayas en general.
El anuncio de “Habemus Papam!”, del pasado 13 de marzo de 2013, cuando se da a conocer que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio sería el nuevo Papa y que llevaría por nombre Francisco, fue una noticia que alegró al pueblo uruguayo, y desde entonces, más que nunca, los uruguayos, especialmente, el sector católico, siguen más de cerca todo lo que acontece con Su Santidad.
El hecho de dar a conocer que el Papa visita México del 12 al 17 de febrero, fue motivo de alegría para la comunidad uruguaya radicada en nuestro país, pues estarían cerca con un “casi compatriota”, como lo llamó Jorge Alberto Delgado Fernández, embajador de Uruguay en México.
Pero más allá de la emoción por la gira papal, el diplomático uruguayo habla sobre los beneficios que este acontecimiento traerá a México y Latinoamérica: “Estamos con mucha expectativa, nos parece excelente que Su Santidad haya decidido venir a México, será un reencuentro no solo con este pueblo hermano (México) sino con toda Latinoamérica.
“Esperemos que sea exitosa esta visita tanto para él como para México, pues eso contribuirá para que haya paz y hermandad de todos (los latinoamericanos).”
Tras la designación del nuevo Papa, el entonces mandatario uruguayo, José Mojica, rechazó acudir al Vaticano al primer oficio de Francisco, pues dijo que no era practicante del catolicismo, por lo que decidió enviar representantes; en medio de esa polémica, el papa Francisco lo recibió en sus oficinas en junio de 2013, en una reunión a puerta cerrada, donde se supo, hubo buen humor.
Ya como senador, tuvieron un encuentro en mayo de 2015, en el que platicaron de los problemas de integración de América Latina y, en tono de broma, el uruguayo le pidió al Papa “seguir bombardeando la cabeza de los mandatarios del mundo”.
Hasta el momento, el actual presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, no ha tenido un encuentro con el Papa, aunque sí muchos intercambios de cartas.
El encuentro con México, solo es una parte del ánimo positivo que vivirán los uruguayos, pues en junio de 2015, recibieron una noticia que contentó aún más a ese país: “El Papa, en 2016, visitará Uruguay”. Aunque todavía no hay fechas para esta visita, ya es un hecho que el Sumo Pontífice convivirá con sus “casi compatriotas”.
Revista Protocolo
