Entrevista a Jesús Hidalgo, premio nacional de Derechos Humanos 2005
¿Por qué ganó usted el Premio Nacional de Derechos Humanos 2005?
Jesús Hidalgo Álvarez, Premio Nacional de Derechos Humanos 2005 |
El Premio Nacional de Derechos Humanos 2005 fue concedido al Colectivo por la Justicia y los Derechos de las Personas y de la Naturaleza “Queda la Palabra” junto a otras cinco pequeñas asociaciones. En septiembre-octubre del 2004 cientos de personas subsaharianas intentaron saltar la valla que llamamos “Valla de la Muerte” de Melilla y Ceuta. Son inmigrantes sin permiso para pasar a Europa que viven en bosques cercanos a la valla durante meses. Ese año, como muchos otros, la desesperación por el hambre y la necesidad les empujó a burlar la valla de alambre con espinos y cuchillas, hubo muchísimos heridos, pero lo que me empujó a mí a ponerme en marcha y promover una denuncia conjunta de muchas organizaciones en España fue la muerte de un chico de la edad de mi hijo, 17 años, lo mató un guardia civil español golpeándole con la culata del fusil en el hígado, reventándoselo cuando se lo encontró caído en zona española. Después tomaron el cadáver y lo devolvieron al otro lado de la valla tirándolo como un perro muerto. La indignación me llevó a tomar un viaje para Melilla y empezar a unir para denunciar la situación a esas cinco organizaciones que recibieron junto a nosotros el Premio de Derechos Humanos. Después promovimos actos-homenaje por los muertos en el Estrecho y las vallas de Melilla y Ceuta que se realizaron por toda España. Esto paró las muertes pero no la represión. A los pocos días, el rey de Marruecos, a petición del rey de España, llevó a cientos de inmigrantes al desierto de Oujda (Marruecos frontera con Argelia) para abandonarlos a su suerte.
¿Cómo se forma su colectivo?, ¿cómo lo definiría y cómo está compuesto?
El Colectivo Queda la Palabra se forma por la reflexión de activistas procedentes de diferentes países que analizando el movimiento asociativo y sus fallos decidimos constituirnos como colectivo de personas independientes que trabajan por la justicia en diferentes ámbitos apoyándose unos a otros, es decir, conscientes de que la injusticia es una aunque se manifiesta de diferentes formas. La primera premisa es ser un colectivo limpio, sin subvenciones de gobiernos ni ayudas económicas de empresas sino autogestionado con la creatividad de los componentes y la ayuda de particulares. Por eso otro de nuestros cometidos es promover la creación de asociaciones y colectivos “limpios”. Tampoco queremos tener tendencias políticas, religiosas o ideológicas, lo único que nos une es el trabajo por los derechos de las personas y de la naturaleza que le da al nombre al colectivo. Nuestro modo de tomar decisiones es por consenso y nunca por votación democrática que excluye a las minorías. En el colectivo participan más de 300 activistas de todo el mundo. “Queda la Palabra” viene del poema de Blas de Otero “Nos queda la Palabra” que viene a decir que aunque pierdas todo, incluso la vida, queda tu palabra, tu grito por la libertad y la justicia.
Aquí os lo copio, es muy real, un canto del que lo pierde todo en la lucha por la justicia menos la palabra, que es verdad.
Si he perdido la vida, el tiempo,
todo lo tiré como un anillo al agua.
Si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre,
todo lo que era mío y resultó ser nada.
Si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria.
Si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
¿Cuándo se funda?
El colectivo comienza a organizarse en el año 2003.
¿Cuáles son las acciones más relevantes que han realizado como colectivo?
Entre las múltiples acciones y denuncias que hemos realizado y la promoción de organizaciones limpias resaltamos las siguientes acciones pacíficas:
En el año 2004 Queda la Palabra promovió, como hemos referido antes, la organización de las protestas por medio de las concentraciones-homenaje por los inmigrantes que murieron en la “Valla de la Muerte de Melilla y Ceuta”.
Hemos mantenido una lucha constante como denuncia y protesta por las condiciones de los albergues de acogida de los temporeros, la mayoría de ellos inmigrantes, de las Campañas de la Aceituna en Jaén y de las condiciones de vida y del trato a los “sin papeles” desde el año 2005 al 2009. En el año 2008 conseguimos organizarnos con compañeros inmigrantes que protagonizaron la primera huelga de “sin papeles” de España y Europa, antecesora de la huelga de “sin papeles” que hubo en Francia poco después de comenzar ésta, además que las justas demandas llegaran a la presidencia del gobierno de España. En la Campaña de la Aceituna 2008-2009 de Jaén el Colectivo Queda la Palabra inició un boicot hacia el aceite de oliva de Jaén como producto indigno por estar generado con el sufrimiento de trabajadores migrantes precarios al ser desatendidas e ignoradas las peticiones de este numeroso colectivo de trabajadores por la administración pública de una forma reiterada. Este boicot está teniendo evidentes resultados.
En el año 2006 el colectivo mantuvo también una denuncia que duró más de tres meses ante la Junta de Andalucía en España por la injusta retirada de dos menores a una mujer ecuatoriana, separada por maltrato. Esta lucha pacífica fue ganada ante la justicia.
En el 2007 denunciamos las condiciones de maltrato del Centro de Internamiento de Extranjeros de “Las Raíces” (Tenerife) y conseguimos que fuera cerrado. En este mismo año, durante siete meses denunciamos al gobierno español por la desesperación e incertidumbre que sentían los migrantes que viajaban en el barco Marine I y que fueron encerrados por nuestro gobierno en acuerdo con Mauritania, sin los más básicos derechos, en un destartalado hangar de pescado de Mauritania, teniendo noticias por voluntarios allí presentes que estas personas migrantes habían sufrido hasta agresiones policiales y torturas. Las denuncias interpuestas por nuestro colectivo y 50 organizaciones más ante la Fiscalía General del Estado y ante el Comité contra la Tortura de la ONU, hizo que este organismo instara al gobierno español para que dotara de abogados y condiciones adecuadas de detención a los 23 migrantes que no querían acceder a la “repatriación voluntaria” a la que les forzaba el gobierno español. Con esta acción conseguimos evitar que miles o cientos de miles de personas migrantes que vinieran a Europa en futuros barcos fueran encerrados sin derechos en centros de detención ilegales fuera de nuestras fronteras (Guantánamos europeos).
En 2008 se actuó denunciando 12 agresiones policiales en Madrid cometidas, la mayoría, contra personas de origen peruano y otros casos de extrañas muertes en comisarías de personas inmigrantes.
En diciembre del 2008 iniciamos un movimiento unitario de acciones pacíficas contundentes contra Israel del que forman parte activistas de todo el mundo.
Durante los primeros meses de 2009 hemos acompañado al Sindicato Obrero Inmigrante que fue creado por activistas del Colectivo en la denuncia de las ilegales detenciones por cupos, redadas y detenciones selectivas hacia personas inmigrantes “sin papeles”. Junto a más de 200 organizaciones se interpuso ante la Fiscalía General del Estado una denuncia contra los altos cargos del Ministerio del Interior del Gobierno de España por estos motivos.
También el colectivo ha estado presente en el movimiento por una vivienda digna y contra la precariedad, concretamente de marzo a octubre de 2007, en Madrid, ayudando e impulsando con varios activistas la Acampada del Campus Universitario de la Complutense, donde personas sin techo y estudiantes convivían y mantenían una resistencia pacífica contra la precariedad y por una vivienda digna.
Recientemente ha promovido la Escuela de Creación y Vuelo, un proyecto innovador cuyo objetivo es el apoyo mutuo para que entre todos cumplamos en el presente nuestros sueños de un mundo formado por personas libres y felices que comparten y respetan el medio ambiente.
¿Por qué apoyaron la propuesta de Marcelo Fabián Monges?
Cuando la conocimos es como si encontráramos lo que estábamos buscando. A raíz del golpe de Estado en Honduras, por medio de un comunicado dirigido a nuestros compañeros, activistas por los derechos humanos, pedíamos leyes internacionales que prohibieran que el ejército o la policía pudieran actuar contra su propio pueblo y que se castigara con penas máximas a aquellos que se atrevieran a ordenar o ejecutar órdenes criminales contra los ciudadanos. La primera propuesta concreta al respecto tuvo lugar poco después, cuando nuestro compañero tuvo la iniciativa de proponer ante la ONU, la OEA y la Corte Penal Internacional que los golpes de Estado fueran considerados como crímenes contra la humanidad. Al instante de conocerla no dudamos en promoverla desde Europa y tuvo también un excelente respaldo de activistas y organizaciones de derechos humanos.
¿Por qué la consideran histórica?
La propuesta es histórica pues, por lo que conocemos, creemos que no se ha hecho antes. Significa un cambio importante para el mundo entero que si se consiguiese cambiaría la impunidad de la que ahora gozan los golpistas y toda la vulneración de derechos humanos que trae consigo un golpe de Estado.
¿Cómo ve la campaña internacional que ha iniciado el escritor argentino?
Muy necesaria y urgente. La compartimos, la sentimos nuestra, deseamos que sus objetivos se hagan realidad. Precisa el apoyo y la implicación de muchas personas, colectivos de derechos humanos, de juristas, intelectuales y medios de comunicación, todos tenemos que conseguir aquello que nos garantice la seguridad y el respeto a los derechos humanos en nuestro propio país.
Revista Protocolo