Especial

Arabia Saudita ¿El gran mediador del Medio Oriente?

En virtud de sus extensas exportaciones petroleras, el Reino de Arabia Saudita ha sido una importante potencia en el golfo Pérsico desde la década de 1930, cuando se descubrieron las primeras reservas en sus provincias orientales.

A la vez, este país contradictorio de antiguas mezquitas relucientes y modernos centros comerciales occidentales fue la cuna de la fe musulmana y es hoy día el corazón espiritual de dicha religión, con algunos de los sitios más sagrados de todo el Islam dentro de sus fronteras, incluyendo las ciudades sagradas de La Meca y Medina, donde año tras año, millones de peregrinos fieles de todos lados del mundo viajan para cumplir con su compromiso moral de Hajj.

El tamaño también es un factor determinante en la importancia de esta nación dentro del Medio Oriente, pues es la más grande de la región, con dos millones 149 mil 690 kilómetros cuadros de territorio.

Así, cuando hace casi dos años el príncipe heredero y gobernante de facto de esta monarquía, Abdullah bin Abdul Aziz al-Saud, presentó a los otros 21 miembros de la Liga Árabe una propuesta para alcanzar un paz duradera dentro de la región, fue tomada como un principio histórico hacia una resolución final a la contienda palestino-israelí.

Mientras que esta “cartografía para la paz” ha sido ensombrecida en gran parte en los últimos 20 meses por los hechos infortunados y circunstancias aminoradas tanto dentro del área en cuestión como en la arena internacional, la iniciativa para tratar de remediar una situación tensa que ha perjudicado al desarrollo social, político y económico de todo el Medio Oriente durante más de medio siglo fue tomada como un paso trascendental para la reconciliación, abriendo una primera senda para el posible apaciguamiento entre el país judío y sus vecinos islámicos.

“La raíz de todos los problemas en el Medio Oriente es el conflicto entre Israel y Palestina”, afirmó el embajador de Arabia Saudita en México, Hassan Talat Nazer, durante una entrevista reciente con Protocolo en las oficinas de su cancillería. “Hasta que se resuelva este problema, siempre habrá inestabilidad política en la región.”

Según el plan promovido por el príncipe saudita, si los palestinos y los israelíes pueden llegar a un acuerdo justo que incorpore el regreso de todos los territorios palestinos ocupados durante la guerra de 1967, los miembros de la Liga Árabe estarán dispuestos no sólo a reconocer a Israel, sino también normalizar relaciones con Jerusalén en todos aspectos.

Pero para lograr esta meta, el embajador señaló que es crucial que acabe el círculo vicioso de la violencia entre palestinos e israelíes, ya que esto sólo provoca tensiones e impide el diálogo bidireccional, que es la clave de las negociaciones.

11 de Septiembre

El enviado también comentó acerca de las consecuencias globales tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, y lamentó que hoy “muchas doctrinas y filosofías hacia las relaciones internacionales han cambiado”, lo cual hace el camino hacia la paz aún más complicado.

“Antes de la tragedia del 11 de septiembre, había un ambiente de concordia relativa”, agregó. “Desgraciadamente, después el mundo se transformó en un cosmos de terror y miedo, y algunos líderes internacionales aprovecharon la situación para adoptar políticas de agresión.”

Nazer alegó que esta aptitud defensiva ha sido contraproducente en la lucha contra el terrorismo, ya que evita la cooperación y entendimiento entre aliados.

Sostuvo que en el caso de Estados Unidos, la política hacia el Medio Oriente ha sido parcial en contra de los palestinos, razón por la cual no ha habido resultados positivos.

En cambio, subrayó que el gobierno mexicano siempre ha mantenido una posición balanceada, dando espacio a todas las voces.

“Lo importante es que tiene que haber una solución justa y equilibrada”, reiteró Nazer. “Y como están las tensiones ahora, yo siento que va requerir de la mediación de pacificadores internacionales.”

Sin embargo, advirtió que mientras Israel se niegue a aceptar la intervención de la Organización de las Naciones Unidas, la violencia continuará y los palestinos, quienes según Nazer han perdido la esperanza de una resolución pacífica, seguirán con la intifada.

“Nuestra nación tiene y siempre ha tenido una política de no intervención en los asuntos internos de otros países”, aclaró. “No obstante, estamos dispuestos a ofrecer nuestra ayuda, dentro del contexto de las Naciones Unidas y otros foros internacionales, para tratar de resolver este conflicto prolongado que nos perjudica a todos en la región. Mientras siga el apremio entre los palestinos y los israelíes, nunca habrá paz y estabilidad política dentro de la región.”

Datos sobre Arabia Saudita

Ubicación: Medio Oriente, hace frontera con el golfo Pérsico y el Mar Rojo, al norte de Yemen.
Área total: 2,149,690 kilómetros cuadrados. Esto representa el 80 por ciento de la Península de Arabia.
Población: 24.3 millones de habitantes, de los cuales 5.6 millones no son ciudadanos nacionales.
Capital: Riyadh.
Moneda nacional: riyal, con un intercambio actual de alrededor de 3.75 por un dólar estadounidense.
Tipo de gobierno: monarquía, de acuerdo con las rígidas reglas de la religión islámica. En 1902, Abdul al-Aziz bin Abdul al-Rahman Al Saud tomó a Riyadh y empezó una campaña de 30 años para la unificación de la península arábiga. Dicha unificación se logró el 23 de septiembre de 1932.
Jefe de Estado: el rey y primer ministro, Fahd bin Abd al-Aziz Al Saud (desde el 13 de junio de 1982); príncipe heredero y viceprimer ministro, Abdallah bin Abd al-Aziz Al Saud (medio hermano del rey y heredero aparente desde 13 de junio de 1982).
Idioma: árabe.
Recursos naturales: petróleo (con una cuarta parte de las reservas mundiales de este energético), gas natural, mena férrica, oro y cobre.
Industrias: producción de petróleo en crudo, refinación de petróleo, petroquímicos básicos, cemento, construcción, fertilizantes y plásticos.
Productos agrícolas: trigo, cebada, jitomates, melones, dátiles, cítricos, carne de carnero, pollos, huevos y leche. Cabe mencionar que la severa falta de recursos de agua potable y una creciente población urbana han limitado la lucha gubernamental de hacer el país autosuficiente en la producción agrícola.
Economía: Producto Interno Bruto de 242 mil millones de dólares e ingreso per cápita de 10,500 dólares. El 51 por ciento de la economía se basa en las industrias (principalmente relacionadas con el petróleo), mientras que los servicios y la agricultura representan 44 y 5 por ciento de los ingresos, respectivamente.
Intercambio total: 111 mil millones de dólares al año, de los cuales 71 mil millones son exportaciones (de esta cifra, 90 por ciento es representada por ventas petroleras).
Intercambio con México: 269 millones de dólares al año, de los cuales 240 millones de dólares son exportaciones sauditas hacia México.
Relaciones diplomáticas con México: establecidas el 12 de septiembre de 1952. Arabia Saudita y México abrieron embajadas residentes recíprocas el 17 de diciembre de 1981.

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