El mercado interno se puede ver seriamente afectado el año 2004, cuando se abra la frontera para automóviles nuevos entre Estados Unidos, México y Canadá, en caso de que el gobierno mexicano no tenga suficientes controles internos para proteger su ambiente, su seguridad y a su consumidor, advirtió César Flores Esquivel, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Sin embargo, en entrevista con Protocolo, aseguró que en autos nuevos nuestro país es muy competitivo y no será negocio ir a comprar un vehículo a territorio estadounidense porque el comprador podrá pasar la frontera hacia México, pero luego tendrá que pagar todos los impuestos que aquí tenemos y en algunos casos resultará hasta más caro.
«No creemos que el consumidor mexicano se vuelque (en 2004) al mercado de Estados Unidos para comprar y luego venir a México», recalcó.
Hay dos escenarios para 2004, expuso:
1) No se eliminan los impuestos en México y cualquier importador los tiene que pagar, por lo que no es negocio ir a comprar a Estados Unidos.
2) México reduce los impuestos al mismo nivel que en Estados Unidos y tampoco es negocio ir a comprar a ese país porque es el mismo precio y el vehículo aquí sí tiene garantía, servicio, refacciones y está adaptado a nuestro territorio y al combustible, que es muy diferente al de la vecina nación.
El presidente de la AMIA –que integra a las más importantes empresas automotrice–, declaró que el verdadero problema de la apertura es que se importan muchos vehículos usados de Estados Unidos, que nada más deterioran el medio ambiente, son obsoletos e inseguros, ya que con ellos se cometen muchos delitos, además de que no ofrecen garantía de servicio ni refacciones al consumidor.
César Flores aseveró que si no se toman medidas para atacar lo anterior habrá serios problemas de crecimiento en la industria automotriz en México, ya que si no hay control podrían ingresar autos con un año de antigüedad y pasarían como nuevos para no pagar arancel.
Recordó que tan sólo el año pasado se importaron un millón y medio de camionetas pick up supuestamente con diez años de antigüedad, pero algunas son de menos de siete o cinco años. No hay un control.
Todavía, explicó César Flores, no existe la infraestructura necesaria, pero estamos trabajando y presionando al gobierno para que tome las medidas necesarias.
Perspectivas favorables
México tiene un mercado potencial muy alto y tiene grandes oportunidades de seguir siendo un país propicio a la inversión en industria automotriz, manifestó Flores Esquivel.
Recientemente, la AMIA presentó el Programa de competitividad e impulso a las inversiones en la industria automotriz, en el cual plantea una serie de medidas para alcanzar las siguientes metas: un mercado interno de dos millones de vehículos hacia 2008-2010; una producción de alrededor de 4 millones de vehículos; 500 o 600 empresas más de proveeduría y una inversión en el país superior a los 20,000 millones de dólares durante este periodo. México pasaría del noveno o décimo lugar que ocupa hoy como productor de automóviles en el mundo al quinto sitio.
Esto se logrará –remarcó César Flores– si tomamos todas las medidas para desarrollar el mercado interno y se establecen controles de cumplimiento de nuestras normas de seguridad, de emisiones de gases y se dan garantías al consumidor. Además hay que emprender un programa muy agresivo de desregulación en el sector para que las nuevas empresas proveedoras y ensambladoras obtengan facilidades fiscales y administrativas con el fin de hacer ágil su funcionamiento.
Actualmente, la industria automotriz genera alrededor de 450,000 empleos directos y al menos 3.5 millones indirectos, además de estar vinculada con 42 ramas industriales.
