El 11 de diciembre de 2005 se llevó a cabo la primera vuelta electoral para elegir presidente en Chile, los contendientes en aquella ocasión fueron Joaquín Lavín, de la Unión Demócrata Independiente (UDI); Tomás Hirsch, de la coalición comunistaverdes humanistas; Sebastián Piñera, del Partido Renovación Nacional (PRN), y Michelle Bachelet, del partido Concertación (alianza integrada por el Partido Socialista, el Partido Democracia Cristiana, el Partido Democracia y el Partido Radical Social Demócrata).
En la primera vuelta el mayor número de votos lo obtuvieron: Bachelet con 45.95 por ciento, y Piñera con 25.41 por ciento. Por tal motivo se convocó a una segunda vuelta electoral, que se realizó el 15 de enero de este año. Antes de efectuar la segunda vuelta, se hizo una reforma constitucional en la cual se redujo de seis a cuatro años el periodo legislativo y de gobierno. El sucesor de Ricardo Lagos estará al mando del gobierno hasta el año 2010.
Los resultados de la segunda vuelta no hicieron más que reconfirmar lo que las encuestas de opinión venían asegurando: el triunfo de Michelle Bachelet. El partido Concertación, representado por Bachelet, obtuvo el 53.51 por ciento de los votos, mientras que el PRN, de Piñera, se quedó con el 46.48 por ciento (con el 97.17 por ciento de los votos escrutados). Concertación obtuvo la victoria en 12 de las 13 regiones chilenas.
La coalición de centroizquierda (Concertación) ha venido gobernando Chile desde la caída de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990; Michelle Bachelet será la cuarta presidenta del partido en ocupar la silla de La Moneda (los anteriores presidentes fueron: Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos).
Su verdadero nombre
Verónica Michelle, hija del general de la Fuerza Área, Alberto Bachelet y de la antropóloga Ángela Jería, vivió en carne propia la caída del gobierno chileno en la década de los setenta y sufrió las torturas de la dictadura de Augusto Pinochet.
Cuando cursaba el tercer año de medicina en la Universidad de Chile, Verónica Michelle y sus compañeros fueron testigos del bombardeo al palacio
presidencial de La Moneda, que daba fin al régimen constitucional de Salvador Allende. Con la caída del gobierno, su padre, Alberto Bachelet, fue detenido bajo el cargo de traición a la patria y fue recluido en una prisión, en donde moriría en marzo de 1974 víctima de las torturas a las que fue sometido.
Arrestada
En enero de 1975, Michelle y su madre fueron arrestadas por los agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), ambas fueron conducidas al centro de tortura conocido como Villa Grimaldi, en donde permanecieron casi un mes, posteriormente fueron liberadas con la condición de que abandonaran el país.
Una vez libres, Michelle y su madre se dirigieron a Australia, lugar de residencia de su hermano Alberto. Tras cuatro meses de estadía en aquel país, decidieron trasladarse a la República Democrática de Alemania, país que había abierto sus brazos a varios chilenos exiliados por la dictadura. Ya radicadas en Berlín, Michelle trabajó como asistente de médico en un hospital de la capital alemana, en ese mismo tiempo comenzó sus estudios de alemán y continuó sus estudios de medicina en la Universidad de Humboldt.
Exilio y matrimonio
Durante su exilio, Michelle contrajo matrimonio, por primera vez, con el arquitecto chileno Jorge Dávalos, con quien tuvo dos hijos: Sebastián y Francisca. Años más tarde, ya separada de su primer marido (el divorcio fue legal en Chile hasta el año de 2005), volvió a mantener una relación sentimental con el médico Aníbal Henríquez, con quien tuvo una hija, Sofía Henríquez, y de quien se separó posteriormente.
En 1979, Michelle y su familia regresaron a Chile, en donde continuó sus estudios de medicina en la Universidad de Chile, de ahí obtuvo su título en 1982. Por sus altas calificaciones, Michelle obtuvo una beca en el Colegio Médico de Chile en donde cursó la especialidad en pediatría y salud pública. Paralelamente a sus estudios de medicina, participó como activista de la Comisión Chilena de Derechos Humanos y de la Comisión Pro Retorno, ambas permitidas por la dictadura. En la década de los ochenta, Michelle participó activamente en el plebiscito al que fue sometida la dictadura.
Becada en Defensa
Ya reinstaurada la democracia, en 1990, Michelle trabajó en la rehabilitación del sistema de salud pública y en la Comisión Nacional del Sida. En 1994 fue designada asesora del Ministerio de Salud y en esos mismos años realizó un curso sobre estrategia militar en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, en 1997 y gracias a las calificaciones obtenidas en el curso de estrategia militar, fue becada para cursar un posgrado de defensa continental en el Colegio Interamericano de Defensa, en Washington, Estados Unidos.
Ministra
En el año 2000, Ricardo Lagos la nombró ministra de Salud y en el año 2002, ministra de Defensa. Michelle Bachelet fue la primera mujer, en Chile, en ocupar la cartera de Defensa. Durante el desempeño de su cargo, logró unir y conciliar al sector civil con el militar, sectores que eran diametralmente opuestos debido a las circunstancias de la dictadura. Su gestión al mando del Ministerio de Defensa, le permitió darse a conocer en la esfera política e ir escalando posiciones en las encuestas de opinión. El partido Concertación eligió a Michelle como su candidata debido a su alto nivel de popularidad.
A diferencia de sus antecesores, Michelle Bachelet encontrará al país en muy buenas condiciones. El gobierno de Ricardo Lagos deja una sólida economía que registra una tasa de crecimiento de 6 por ciento y un superávit fiscal de 4.5 por ciento en relación al PIB. De momento, el mayor problema que deberá enfrentar Bachelet será la reforma al sistema de pensiones y buscar el equilibrio social.
Actualmente Chile es uno de los tres países con mayor concentración de la riqueza. Las buenas relaciones entre Lagos y su sucesora, se han puesto de manifiesto desde los primeros minutos del triunfo electoral. Al día siguiente, el presidente Lagos se reunió con Michelle Bachelet para tratar los asuntos pendientes del gobierno y comenzar con la etapa de la transición de gobiernos. Los analistas concuerdan en señalar que la política de la socialista continuará en el mismo camino que la del gobierno saliente, sobre todo en lo relativo a las políticas fiscales que tanto han ayudado a la economía chilena.
