La modernidad ha obligado a la pareja contemporánea a modificar su estilo de vida para lograr la realización de los objetivos personales y profesionales; muchas veces éstos se contraponen porque suelen presentarse en la misma etapa de la vida y ante la tendencia social vigente se opta por postergar, en algunos casos, la familia.
Si usted ha pensado en postergar la llegada de los hijos, por estos u otros motivos, ya puede considerar la criopreservación de sus células reproductivas.
Como parte de la salud reproductiva, la criopreservación es un concepto nuevo, en el cual el médico trata de ayudar a que la pareja postergue su realización reproductiva, mediante diversas técnicas inicialmente pensadas para el problema de la infertilidad o su posible e irreversible aparición por otras causas.
Hace algunos años, las técnicas de criopre-servación no garantizaban de manera suficiente la preservación de células embrionarias en condiciones óptimas para su posterior fecundación. El congelamiento de óvulos y esperma representa hoy una alternativa más para las parejas que requieren de esta técnica de reproducción asistida.
¿En qué consiste?
La criopreservación o conservación en frío se basa en el hecho de que las reacciones químicas (metabólicas) ocurren más lentamente a medida que desciende la temperatura. Según esto, a temperaturas por debajo de -140oC toda actividad biológica se detiene. Sin embargo, también sucede que algunas células son incapaces de resistir el proceso de enfriamiento y mueren.
Como prevención, la congelación de estas células, también proporciona la conservación de esperma y ovocitos de personas que deben someterse a tratamientos de radioterapia, quimioterapia o cirugía que podrían afectar su fertilidad.
A pesar de tener una tasa de aborto superior respecto de otras técnicas de reproducción asistida, la técnica es segura. Actualmente ha habido al menos 50 embarazos que han dado lugar a más de 40 niños sin anomalías cromosómicas y aparentemente normales en países como el Reino Unido, Italia y Australia.
En entrevista con Protocolo, la doctora Verónica Delgado Parra, directora de Reproducción y Genética del Hospital Ángeles del Pedregal, explicó que, a escala mundial, las técnicas de criopreservación de células se realizaron a partir de los años setenta.
La criopreservación, mantenimiento y descongelación de células se ha ido perfeccionando para brindar mayor resistencia y vitalidad a las mismas.
Y agregó, «como medida de prevención para el futuro, los varones son los que acuden con mayor frecuencia a estos centros para solicitar voluntariamente la criopreservación de esperma sin ninguna indicación médica».
En las mujeres, el procedimiento para obtener óvulos se lleva a cabo sólo por indicación médica, además que es más complejo y costoso, principalmente por la subsistencia de éstos al procedimiento de la criopreservación y descongelamiento.
El óvulo resiste poco estos procedimientos en comparación con los espermatozoides; mientras una muestra «sana» de esperma presenta una resistencia a la descongelación del 70 al 80 por ciento, el óvulo presenta una del 40 al 50 por ciento.
En la Clínica de Reproducción y Genética aún no se ha atendido un parto producto de óvulo criopreservado. Se cuenta con un laboratorio especializado de criopreservación de esperma, óvulos y embriones, sin embargo, no tienen un banco para el público en general; los contratos son exclusivos para los pacientes y dichas muestras se encuentran bajo responsabilidad de la clínica.
El caso de la mujer
En nuestra sociedad no se han planteado problemas éticos relacionados con la donación, almacenamiento y uso de espermatozoides congelados, ni sobre la compensación que se ofrece a los donantes. En cambio, la percepción respecto de la donación y congelación de ovocitos ha resultado completamente distinta.
Por una parte, la obtención de ovocitos es mucho más compleja que conseguir espermatozoides y, además, el procedimiento no está exento de riesgos. Los problemas asociados a la donación de ovocitos, tales como la compensación ofrecida a las donantes, o la necesidad de homogeneizar la información que se suministre y de asegurar el consentimiento informado, ya son objeto de análisis y en gran medida han sido asumidos por la sociedad.
La crioconservación de ovocitos reduce las molestias que implica para las mujeres participar en un proceso de donación de ovocitos y permitiría la existencia de bancos de los mismos, además que permite mantener las posibilidades de reproducción a mujeres que se encuentran en situaciones especiales de riesgo o simplemente para aquellas que desean postergar el embarazo.
Una de las técnicas consiste en congelar y almacenar óvulos fertilizados y embriones con buena calidad, la recomendación es criopreservarlos en nitrógeno líquido a -196oC luego de su adecuada identificación. Su almacenamiento puede prolongarse por años sin deterioro alguno al ser descongelados, pero el ciclo de congelado/descongelado es sumamente exigente para los embriones y no todos sobreviven al mismo.
Cerca del 25 por ciento de los embriones que evolucionan no tiene la calidad adecuada para ser congelados. Aproximadamente, 75 por ciento de los embriones congelados sobrevive a la descongelación.
El caso del hombre
Los espermatozoides mantenidos de esta manera son luego utilizados en inseminación artificial o en la fertilización in vitro, así como en otros procedimientos de fertilización asistida, los cuales son métodos alternativos para lograr el embarazo.
La congelación de gametos masculinos es habitual en las técnicas de reproducción asistida, técnicas a las que recurren cada vez con mayor frecuencia las parejas con problemas de fertilidad. La crio-preservación de espermatozoides es sencilla y la supervivencia poscongelación es, en general, muy buena, por lo que en la actualidad el número de bancos de semen es elevado.
El congelamiento de espermatozoides es aconsejable en una variedad de circunstancias. Se recomienda para hombres que deban afrontar cirugías, tratamientos oncológicos (quimio y radioterapia), o se vean expuestos a ciertos riesgos ocupacionales como el uso de solventes orgánicos.
Riesgos de un embarazo tardío
El ciclo reproductivo de las mujeres empieza a deteriorarse a partir de los 30 o 35 años. Es entonces cuando las posibilidades de éxito de un embarazo comienzan a reducirse.
El factor tiene que tomarse en cuenta al planificar la maternidad, dicen los expertos, pues hasta ahora, sobre todo desde el baby-boom de los años 60, a las mujeres sólo se les ha enseñado a tomar precauciones para no quedar embarazadas.
Pero los cada vez mayores casos de infertilidad en mujeres, apuntan hacia una necesidad apremiante de informarles sobre los riesgos de postergar la maternidad.
Uno de los inconvenientes de plantearse tarde la maternidad es que, si la pareja tiene problemas de esterilidad, se descubren en un momento en que ya queda poco tiempo para solucionarlos. El éxito de las técnicas de reproducción asistida disminuye en la misma medida en que aumenta la edad de la madre.
Por ello, técnicas como la criopreservación de óvulos constituyen una posibilidad más para asegurar la maternidad.
Y aunque entre los hombres también se presentan casos de infertilidad, éstos generalmente no están ligados a su edad biológica, sino a otro tipo de factores como cirugías, tratamientos oncológicos, entre otros. No obstante, son ellos quienes acuden con mayor frecuencia a preservar su esperma.
Algunas clínicas que ofrecen este tratamiento
• Grupo de Reproducción y Genética AGN y Asociados. Hospital Ángeles del Pedregal
• Costo: criopreservación de esperma y óvulos: 1,590 pesos y 180 dólares anuales por el mantenimiento. Se lleva a cabo mediante contrato. Criopreservación de embriones: 335 dólares y 180 dólares por el mantenimiento anual. Se realiza mediante contrato.
• Centro Mexicano de Medicina Reproductiva (DF)
• Costo: criopreservación de óvulos por un año 5,000 pesos (sólo almacenamiento).
• Centro de Fertilidad Humana en México. (Guadalajara, Jalisco)
• Costo: crioconservación de muestra de semen 700 pesos, más gastos de almacenamiento, contrato tiempo limitado. Crioconservación de óvulos, superior a los 3,000 pesos, no incluye medicamentos, consultas, ultrasonidos, ni las determinaciones hormonales.
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