Etiqueta y Protocolo

Dime con quién comes y te diré quién eres

«La mesa proyecta la imagen de refinamiento y educación de quien invita»: doña Antonia Mercedes Castro, condesa de Ituarte

Por el Profesor Rubén Alberto de Gavalda y Castro

La mesa es el mueble que nos reúne con diversos motivos, incluso para estudiar; pero la mesa como mobiliario y punto de encuentro en las comidas tuvo su evolución en la historia del hombre. Mesa famosa si las hay fue la de Nuestro Señor Jesucristo en su última cena, representada por el gran Leonardo no es más que una pintura costumbrista medieval dado que Jesús como semita en su tiempo habrá compartido esa ocasión en mesas bajas sentado en el suelo como era costumbre entonces.

En tiempo medieval aparecen las mesas fraileanas, estrechas en donde se utilizaba una sola banda de ella. En tiempos contemporáneos la mesa es la vedette de los salones comedores. De manera preferentemente por su calidad y calidez. Su formato puede ser variado pero siempre lo tradicional es que sean rectangulares.

En mesas se han distinguido y diferenciado desde siempre los ingleses y los franceses, llegando a nuestros días dos estilos claros de mesas.

El estilo a la «francesa» en donde las cabeceras se ubican en el medio de la mesa (extremos largos), para justificarla debe haber como mínimo 14 comensales por eso se la conoce también como mesa de banquete. Podemos remarcar que esta mesa tiene un punto de interés en común en torno a los principales personajes (anfitriones e invitados de honor) y como punto negativo debemos decir que es segregativa dado que cuanto más se aleja de las presidencias más se pone de manifiesto la menor precedencia del comensal.

En la mesa estilo a la «inglesa», por su parte, las cabeceras se ubican en los extremos angostos. Como punto negativo podemos remarcar que tiene dos puntos de interés en torno a los anfitriones, por lo que entre ellos no tienen comunicación alguna. Como punto positivo debemos decir que es integrativa dado que los anfitriones al estar en los extremos actúan como corchetas unificando e igualando a los comensales. Ésta es la mesa más universalmente utilizada y aceptada.

Estas mesas además se diferencian por notables instancias, a saber: la francesa utiliza un solo juego de cubiertos para todo el servicio, antigua costumbre que queda de la incautación de cubertería por parte de la Revolución Francesa que incautó todos los juegos de plata para la causa; instancia que obligó al pueblo francés a llevar a su mesa el apoya cubiertos, demodé totalmente dado que hoy en día ya no se sirven segundos ni terceros platos. Estos cubiertos se utilizan con las puntas del tenedor hacia abajo al igual que la concavidad de la cuchara.

El estilo inglés de mesa utiliza tantos cubiertos como parte tiene el menú, finalizado el plato quedan sobre él y son retirados, obligando al comensal a utilizar el siguiente. Estos cubiertos se utilizan con las puntas del tenedor hacia arriba al igual que la concavidad de la cuchara.

Ambos comparten la colocación del cuchillo que es con el filo hacia el centro del plato. Vale aclarar que colocar un cubierto en un estilo u otro es de su estética y no nuestro capricho personal. Todo el occidente se vale, consciente o inconscientemente, del sistema inglés.

Retornando a la mesa, recordamos que es una de las partes fundamentales en la mayoría de los acontecimientos sociales. Una buena mesa debe contar con todo lo imprescindible y estar bien organizada. Esta proyecta la imagen de refinamiento y educación de quien invita. Crear una buena mesa es un éxito social garantizado. La mesa tiene sus normas y no tiene ninguna complicación el aplicarlas.

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