Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
La historia cuenta que la célebre cantautora Edith Piaf, escribió la canción “La vie en rose” en 1946, inspirada en un misterioso amor del cual nunca se supo quién fue.
Pero en una de esas, Piaf, como buena amante del vino, pudo haberse inspirado en esa bebida ya que siempre lo consideró un compañero inseparable y a veces, según algunos historiadores y descendientes de la artista, le era necesaria una copa de vino para inspirarse y componer.
Circunstancialmente, en una promoción en México del vino rosado, que a diferencia de sus consagrados hermanos mayores: el tinto y blanco, comienza a destacar en nuestro país, el título del considerado segundo himno de Francia, será también el nombre del evento con el que 20 casas vinícolas de diversas partes del mundo, los próximos sábado 25 (de 12:00 a 21:00 horas) y domingo 26 de mayo (de 12:00 a 18:00 horas), ofrecerán sus principales etiquetas, así como quesos, carnes frías y otros productos gourmet.
Será la terraza del Instituto Burgo (Edgar Allan Poe 85, colonia Polanco, alcaldía de Miguel Hidalgo de la Ciudad de México), el lugar que por segundo año consecutivo concentrará a los más importantes distribuidores e importadores de vino rosado, esperando la visita de miles de asistentes que por 350 pesos disfrutarán de degustaciones de la bebida y podrán hacer compras y hasta negocios con los representantes.
En la conferencia de prensa celebrada ayer en un mercado de productos gourmet de la CDMX, organizadores y representantes de las casas vinícolas coincidieron en que el vino rosado es ideal para beberlo en climas calurosos y se puede maridar con cualquier comida.
Según el boletín de prensa compartido por la agencia de relaciones públicas PCC Brand, “el vino rosado data de muchos años atrás, es originario de la región francesa más famosa de vinos rosados: Provence, al sur de Francia, influenciado por el mar Mediterráneo. Son las uvas grenache y la syrah las que más se producen y usan para elaborar este refrescante y sabroso vino.
“Las tonalidades del vino rosado son muchas y sutiles, dependen mucho de la variedad de la uva, tiempo de maceración y gustos personales del enólogo. Van desde el sonrosado hasta un color guinda brillante, pasando por diversos tonos de salmón y rosados”.
Mientras tanto, Edith Piaf sigue cantando La vie en rose:
“Él hace entrar en mi corazón
una parte de felicidad
donde yo conozco la causa”…
¿Se habrá referido al vino rosado?
