Gourmet

Sal y Canto: nueva apuesta gastronómica en San Miguel de Allende

Sal y Canto es un oasis para los amantes del buen vino y pasión por la cocina creado por el chef Atzin Santos y Juan Pablo Ballesteros, donde se ofrece respeto a los ingredientes de origen y técnicas de cocción ancestrales como hornos de brasa y ahumadores

Revista Protocolo

Ciudad de México, 28 de junio de 2021.— En San Miguel de Allende se enclava Valle de los Senderos. Este oasis es para los amantes de la naturaleza, ofrece a propios y extraños un nuevo espacio para el buen comer y beber. El residencial abre sus puertas a Sal y Canto, para brindar a sus visitantes un restaurante poseedor de una atmósfera en armonía con la belleza de la tierra, y que permite disfrutar no solo una carta de bebidas y platillos, también una vista a los distintos mosaicos naturales que componen el lujoso inmueble.

Al frente del restaurante está el chef Atzin Santos y Juan Pablo Ballesteros, ambos reconocidos por su emprendimiento y alta cocina en México. Juntos en esta apuesta gastronómica ofrecen en Sal y Canto, platos elaborados con técnicas ancestrales en las que intervienen hornos de brasa, ahumadores y cocciones bajo tierra.

En este nuevo reto Atzin y Juan Pablo trabajarán con productores locales de legumbres, quesos artesanales y otros insumos de la región. Además de productos que ya tiene probados en sus cocinas para dar a sus platillos una variedad de sabores y texturas que aportarán identidad propia a su menú, el cual estará enmarcado en un concepto de entremezclar la modernidad con lo clásico.

Al respecto Atzin Santos expresó: “Mi idea es tomar una pequeña muestra de las riquezas de esta tierra y región del Bajío para ofrecer a nuestros comensales una cara inédita de nuestra gastronomía, que pretende respetar cada ingrediente y las técnicas ancestrales de los fogones mexicanos. Sal y Canto es un oasis para los amantes del buen vino y la pasión por la cocina.”

Acerca del chef Atzin Santos

Comenzó su carrera en el restaurante Nicos. Ahí, fue que decidió estudiar en el Colegio Superior de Gastronomía. Tras de terminar sus estudios, comienza su carrera en el restaurante Faro de Acapulco. Un año después obtiene el puesto de sous chef en el restaurante L’Albufera.

En 2007, en Morelia, Michoacán, se incorpora como chef ejecutivo del Corporativo Rotega: el Hotel Posada Vista Bella, el Centro de Convenciones Cantabria y las panaderías Trico.

En los veranos de 2006 y 2008 hace algunos stages en restaurantes famosos de España como El Bulli, o tan canallas como A Fuego Negro. En 2008 pasó a ser chef ejecutivo en el restaurante Guria, en Santa Fe de la Ciudad de México. Pasó una temporada en el restaurante Artemisia donde desarrolló un nuevo concepto gastronómico de cocina francesa.

A principios de 2015, un grupo de amigos le propone una asociación y el puesto de chef ejecutivo en un restaurante con más de 16 años de tradición: el restaurante Atalaya, que poco a poco se va transformando en una cocina de barrio de autor. Junto a él, la chef repostera Ayari Soto elabora una cocina con sabores de fondo.

En 2016 fue uno de los Jóvenes Talentos en Millesime México, que junto a otros pone de manifiesto que se está fraguando una nueva generación culinaria en México.

Actualmente, está al frente del restaurante Limosneros en el Centro Histórico de la CDMX en donde su propuesta culinaria está basada en el origen y la calidad del producto.

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