Gourmet

¡Santos chilacayotes!

La comercialización del fruto es una tradición que persiste ante el tiempo y la pandemia, y más en estos días previos a la temporada de Día de Muertos

Revista Protocolo

Ciudad de México, 8 de octubre de 2020.— Pese a la pandemia por el covid-19, los pequeños productores de la alcaldía Xochimilco en la Ciudad de México comienzan a comercializar chilacayotes en vísperas de la temporada del Día de Muertos.

Guillermina Díaz Guerrero, oriunda del pueblo de San Mateo Xalpa, comenta que hasta hace dos semanas, las calabazas, habas y elotes eran buscados por sus clientes, pero ahora, espera que los chilacayotes, con los cuales se elaboran los platillos de la región, sean vendidos exitosamente.

El chilacayote es buscado, principalmente, por los habitantes de Xochimilco durante esta temporada para la elaboración de dulce cristalizado o para preparar guisos como pipián. Aunque también cada vez es más común verlos en algún platillo en distintos menús de restaurantes o en cocinas tradicionales.

Los chilacayotes grandes son parte de la tradición artesanal, pues son convertidos por los niños xochimilcas en farolitos luminosos para salir a las calles a pedir “calaverita”. Sobre este fruto de color verdoso se trazan los ojos, nariz y boca de un cráneo humano; posteriormente, se le extrae la pulpa y semillas, y por último, colocan una vela de parafina en el interior.

En el tradicional Mercado 377 se instalan carretillas en las cuales se ofertan chilacayotes de todos los tamaños para mantener vivas las tradiciones de Xochimilco.

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