El gobierno de Estados Unidos afirmó el 2 de mayo que carece de notificación sobre el anuncio del presidente boliviano, Evo Morales, de nacionalizar la industria de hidrocarburos, aunque el mandatario George W. Bush sigue de cerca esa situación.
“No hemos podido determinar si ha habido un cambio oficial a este punto y el impacto que ello podría tener. Es algo que aún se está viendo”, dijo este martes a periodistas el vocero presidencial, Scott McClellan.
McClellan insistió que el gobierno no tenía noticias de ningún cambio oficial, pero dijo que ello no significaba que se estuvieran cuestionando los reportes de prensa al respecto.
“No estamos enterados de que haya habido algún cambio oficial pasando de la privatización a la nacionalización”, indicó.
La decisión del presidente Evo Morales, anunciada el pasado lunes, de nacionalizar la industria de los hidrocarburos provocó diversas reacciones en América Latina y Europa.
Morales decretó la nacionalización de los hidrocarburos del país y dio un plazo de 180 días a las empresas privadas para que adapten sus contratos a esa medida.
Recordó que la nacionalización de los yacimientos entregados a firmas transnacionales durante el denominado proceso de “capitalización” de las empresas públicas significó para el país la pérdida del control estatal sobre la riqueza nacional.
“El Estado toma el control y la dirección de la producción, transporte, refinación, almacenaje, distribución, comercialización, industrialización de hidrocarburos en el país”, dijo el mandatario al hacer el anuncio.
Tras el anuncio, batallones del ejército de Bolivia tomaron el control de los campos petroleros, y el gobierno explicó que el despliegue fue para “asegurar el funcionamiento de las estructuras de producción y garantizar el normal aprovisionamiento de energéticos”.
La medida causó reacciones inmediatas en España y Francia, países con fuertes inversiones en ese sector, mientras que los de Argentina y Brasil externaron sus preocupaciones al respecto.
Fuente: El Universal
