Internacional

Bush defiende programa de trabajadores temporales

El presidente George W. Bush defendió el 24 de abril en California un programa de trabajadores temporales como el mejor antídoto contra la inmigración ilegal en Estados Unidos, a la vez que pidió un trato digno para los inmigrantes.

Durante un discurso en Irvine (California), Bush dijo que la deportación masiva de los cerca de 12 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos —como piden algunos conservadores— no es una solución «realista».

Agregó que con un programa de visas temporales los extranjeros ya no tendrían que arriesgar su vida en cruces ilegales.

Bush recordó que los inmigrantes, además de que contribuyen al tejido económico y social del país, también «son seres humanos decentes que merecen ser tratados con respeto».

Sin embargo, Bush repitió su oposición a que los inmigrantes clandestinos «se salten la cola» a la hora de solicitar la residencia permanente y eventual ciudadanía estadounidense.

Bush escogió California, el estado con mayor población inmigrante de Estados Unidos, para remachar su posición sobre cómo atajar la inmigración ilegal.

Según Bush, un programa que dé a los extranjeros una tarjeta temporal a prueba de fraude no sólo respondería a las demandas del mercado laboral estadounidense sino que también facilitaría las tareas de vigilancia de los agentes federales.

Esa tarjeta funcionaría porque «sabríamos quiénes la reciben y que son a prueba de fraude», explicó Bush, convencido de que ese sistema acabaría con el negocio de los «coyotes» o contrabandistas de personas.

Bush aprovechó su visita a California para arremeter contra los «coyotes» y su lucrativo negocio de documentos fraudulentos.

El mandatario también destacó que, desde que llegó a la presidencia en 2001, los agentes de la Patrulla Fronteriza han detenido y deportado a seis millones de inmigrantes indocumentados.

Agregó que su gobierno ha incrementado los recursos para investigar y sancionar a los empleadores que contraten a los inmigrantes «sin papeles».

Bush pidió la aprobación del programa de trabajadores temporales en vísperas de que el Comité Judicial del Senado, presidido por el republicano Arlen Specter, realice una audiencia para analizar, precisamente, el impacto económico de la inmigración en Estados Unidos.

La economía estadounidense, que registra una tasa de desempleo del 4.7 por ciento y genera 11 billones de dólares anuales, depende de la mano de obra barata que ofrecen los inmigrantes, sobre todo, en los sectores de la agricultura, la construcción, la industria de servicios, y la venta al menudeo, entre otros.

Fuente: EFE

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