El ex presidente de Perú, Alberto Fujimori, anunció el 6 de octubre su intención de competir por la presidencia nuevamente en la elección programada para abril de 2006, dijo un ex asistente presidencial allegado a Fujimori.
Sin embargo, el embajador peruano en Japón, Luis Macchiavello, dijo que Fujimori, que enfrenta cargos penales en Perú, es un prófugo y será arrestado si regresa al país.
Fujimori huyó de Perú en 2000 en medio de un escándalo de corrupción en el gobierno y ha vivido en un exilio autoimpuesto en Japón.
«Tengo un nivel de respaldo del 30 por ciento (en Perú). Regresaré (a la presidencia),» dijo Fujimori a los reporteros, de acuerdo con el servicio de noticias Kyodo.
Japón, que no tiene un tratado de extradición con Perú, hasta ahora se ha rehusado a acceder a las peticiones de Lima, de que las autoridades japonesas extraditen a Fujimori para que enfrente cargos penales por corrupción y violaciones de derechos humanos relacionadas con los homicidios de 25 personas a manos de escuadrones de la muerte.
A mediados de septiembre, Fujimori retiró un nuevo pasaporte en la embajada peruana en Tokio, la última acción en su estrategia para retornar y buscar la reelección, pero el embajador de Perú en Japón dijo que sería arrestado si lo hiciera.
Pese a que Fujimori enfrenta una prohibición de 10 años para asumir cargos públicos, a la que aún le restan cinco años, el ex mandatario ha asegurado varias veces que regresará para las elecciones, que según sostiene, él ganará.
Fujimori, que gobernó a Perú con mano dura desde 1990 hasta 2000, ha negado los cargos contra él y dijo que es una víctima de la persecución política.
Los funcionarios electorales dicen que no pueden decidir si su candidatura sería válida, hasta que se presente. Los candidatos presidenciales tienen tiempo hasta enero para registrarse.
Sin embargo, Macchiavello dijo que creía que una candidatura de Fujimori sería imposible desde el punto de vista legal y moral.
Hijo de inmigrantes japoneses en Perú, Fujimori es considerado como un ciudadano japonés porque sus padres lo registraron ante las autoridades consulares cuando era un bebé. En Japón muchos lo recuerdan por la forma en la que resolvió una crisis de rehenes de 126 días en la residencia del embajador japonés en Lima en 1996-97.
Fuente: Agencia Reuters
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