La autora analiza las giras que esta semana realizó la vicepresidenta de EEUU por Guatemala y México, y la que actualmente realiza el presidente estadounidense en distintos foros europeos
Aribel Contreras Suárez*
Introducción
En esta semana, Estados Unidos borda a mano su diplomacia. La vicepresidenta Kamala Harris viajó a dos países estratégicos por una problemática para su agenda: la migración. Mientras que Joe Biden, el mandatario estadounidense, inicia su gira de trabajo por Europa. ¿Geopolítica? Sí y mucha.
América
Los espacios vacíos dejados por Donald Trump en África y América Latina fueron bien aprovechados por China. A través de su diplomacia de la deuda y luego, con su diplomacia de las vacunas, el gigante asiático ha comenzado a expandir sus tentáculos en la zona natural de influencia estadounidense. Por lo que es momento para EEUU que encienda los motores y tire los dardos con gran precisión hacia donde debe hacerlo estratégicamente.
Kamala Harris tuvo un encuentro en Guatemala para abordar, desde diferentes aristas, los temas: migratorio, corrupción, desarrollo económico y la relación bilateral. En su parada obligada a México fue una visita de trabajo con un gran impacto. El resultado fue la firma de un Memorándum de Entendimiento donde EEUU se comprometió a: 1) una aportación de 130 millones de dólares para reforzar la reforma laboral, 2) analizar las causas de origen que generan la migración hacia dicho país para implementar un proyecto estratégico migratorio integral, 3) establecer un grupo de operaciones para intercambiar información sobre tráfico de personas, 4) crear una alianza para los desaparecidos en México y 5) una inversión en el sureste de su vecino del sur. Esta última es relevante derivado a que EEUU sabe perfectamente que China tiene inversiones en México y es específico con las obras del Tren Maya y la refinería Dos Bocas. Por lo que esta noticia de que EEUU toca la campana para avisar que ya está listo para invertir en esta región, es algo benéfico para la región.
Faltantes
Lo que hubiéramos esperado sería una cumbre regional donde estuvieran invitados los mandatarios de Honduras y El Salvador. Pero el hecho de que no fueran “invitados a la fiesta” es un tema político, es decir, EEUU no consideró pertinente en estos momentos incluirlos. Por lo que dichos países deben cuestionarse qué les falta hacer para que EEUU voltee a verlos con ojos de aliados. Hay temas álgidos con Juan Antonio “Tony” Hernández Alvarado, hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández Alvarado, que fue condenado a cadena perpetua por narcotráfico, y al mandatario salvadoreño Nayib Bukele Ortez lo notan distante.
¿Qué más faltó? Abordar las vacunas. EEUU tiene y le sobran. Habría sido una gran diplomacia de vacunas que, dentro de esta visita, la vicepresidenta dijera que donaría vacunas a Guatemala pero también a El Salvador y a Honduras para darles una “cachetada con guante blanco”.
A continuación, muestro una gráfica de cómo van México, el Triángulo del Norte y EEUU en cuanto a la aplicación de vacunas:
Europa
Biden se reunió con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, para luego atender a la Cumbre del G-7 y el domingo tener un encuentro oficial con la reina Isabel II. La próxima semana estará en Bruselas para estar en la Cumbre de la OTAN, tendrá una reunión con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, atenderá a la Cumbre Unión Europea-EEUU y para cerrar con broche de oro (esperemos que así sea y no de sea broche de cera), la Cumbre Biden-Putin en Ginebra, Suiza.
Por lo que esta atinada estrategia de que el presidente se enfoque a una región y la vicepresidenta acuda a otra, viene a confirmar lo que dije hace seis meses: la Doctrina Biden donde se enfocaría a una estrategia por cada región geográfica para lograr mejorar la imagen internacional, retomar los espacios perdidos y sumarse al multilateralismo.
Los tentáculos diplomáticos de Biden seguirán avanzando sin olvidar que el mundo es multipolar y no unipolar, ni bipolar. Y bajo esta premisa, EEUU habrá logrado avanzar sin perder de vista que el mundo está reconfigurándose, que los polos de poder se han ajustado, que hay nuevos riesgos mundiales y también nuevas amenazas globales.
*Coordinadora de la Licenciatura en Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana
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