Internacional

Indignación diplomática por matanza de inmigrantes en Tamaulipas

Los gobiernos de Brasil, Ecuador, Honduras, Guatemala y El Salvador condenaron el hecho violento y dijeron estar a la espera de que el gobierno de México brinde más información

Gran conmoción internacional causó la masacre de 72 indocumentados en Tamaulipas, México, cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados la noche del 24 de agosto en el rancho de San Fernando.

De acuerdo con la información dada a conocer hasta el cierre de edición de esta nota informativa, entre los inmigrantes se encontraban ciudadanos de Ecuador, Brasil, Honduras, El Salvador y, posiblemente, de Guatemala.

En el caso de Ecuador, la mala noticia la dio la canciller mexicana, Patricia Espinosa Cantellano, quien se encontraba de visita de trabajo en Ecuador y fue ella misma quien informó a su contraparte ecuatoriana, Ricardo Patiño, sobre la masacre, quien inmediatamente después de recibir la noticia anunció la movilización de personal diplomático de su país para apoyar las investigaciones.

“La canciller Espinosa me informó sobre un hecho (…) en el que fallecieron 72 personas entre centroamericanos y sudamericanos. No sabemos cuántos ecuatorianos sean, ojalá no muchos”, confió el diplomático.

El descubrimiento de los cadáveres se derivó de un enfrentamiento el 23 de agosto en Tamaulipas con presuntos integrantes de la delincuencia organizada y del testimonio de un herido de origen ecuatoriano que se presentó en la Armada (Marina) de México para solicitar su apoyo, aseguró en rueda de prensa Alejandro Poire, portavoz del Consejo de Seguridad mexicano.

Por su parte, el cónsul de Brasil en la ciudad de México, Augusto de Abreu e Lima, indicó que envió de inmediato a dos representantes a Tamaulipas para que identifiquen los cuerpos de posibles compatriotas.

El funcionario manifestó su consternación pues aseguró que es la primera vez que tienen conocimiento de brasileños muertos en una situación de este tipo.

La cancillería de Honduras señaló que su gobierno está a la espera de que México confirme si hay connacionales entre los 58 hombres y 14 mujeres encontrados por elementos de la Armada.

Los gobiernos de Guatemala y El Salvador esperan información sobre si hay compatriotas entre las víctimas, y también condenaron el hecho violento.

El canciller de El Salvador, Hugo Martínez, lamentó y condenó la masacre, y dijo: “Vamos a esperar el resultado de esa investigación, pero lamentamos, condenamos este hecho y esperamos que como producto de la investigación se encuentre y se castigue a los culpables”.

El canciller dijo que giró “instrucciones” al embajador salvadoreño en México, Hugo Carrillo, y al cónsul en Monterrey, José Mario Mejía, para que se dirijan a Tamaulipas y procuren el reconocimiento de las víctimas salvadoreñas, si las hubiere.

Funcionarios y sacerdotes guatemaltecos que velan por los inmigrantes lamentaron el hecho y aseguraron que “es algo nuevo y sorprendente. De comprobarse que son inmigrantes sería algo lamentable”.

“La mayoría de migrantes que pasan por México son secuestrados y torturados”, dijo a la agencia AFP el sacerdote Mauro Berceletti, director de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala y representante de la iglesia católica en la Mesa Nacional.

Berceletti afirmó que muchos inmigrantes centroamericanos son secuestrados por bandas que exigen rescates a sus familias y, cuando éstas no pagan, asesinan a sus cautivos.

Guatemala y El Salvador abrieron la semana pasada un consulado binacional en el estado mexicano de Veracruz para velar por la protección de los ciudadanos de sus países que cotidianamente cruzan México rumbo a Estados Unidos.

La organización humanitaria Amnistía Internacional criticó al gobierno mexicano por no poder proteger a los migrantes dentro de su territorio.

Revista Protocolo

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