Internacional

México y China, 50 años de relación diplomática

El autor hace un breve repaso de los logros de la relación bilateral en estas cinco décadas

Ricardo Chang*

Ciudad de México, 15 de febrero de 2022.— Ayer, 14 de febrero, se celebró, literalmente, la amistad entre México y China. Fue el 14 de febrero de 1972, cuando ambos países entablaron relación diplomática.

Con aciertos e inciertos, el país asiático camina a pasos agigantados y México en preparación continua para lo que pudiera ser, en mediano plazo, la conformación del Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones.

Sin duda, el Poder Legislativo de México: Senado de la República y Cámara de Diputados, colabora en el complemento del entendimiento mutuo, encabezando varios ejercicios legislativos como: foros, seminarios y tertulias de manera virtual. También los empresarios hacen su esfuerzo y el gobierno federal es vinculante con el Gobierno Chino Central a través de distintas representaciones diplomáticas.

A diez lustros, continúa valorando mutuamente, construyendo y estructurando un futuro que, en estos últimos dos años marcados por el covid-19, mostró una vez más, la colaboración que siempre caracteriza a China, y no únicamente encasillado en el asunto de vacunas y mascarillas.

Aunque en el ambiente comercial y político, México siempre alucinó y se llenó de dudas por décadas sobre el actuar de los chinos, porque se creía “difícil saber qué pensaban los chinos cuando estaban quietos”, en la actualidad, la nueva agenda mutua ha avanzado en las relaciones en el ámbito estatal y municipal, sin embargo, falta resortear más en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) exportables, cine, diversión, joyería e intercambio de tecnológico-científico.

La diplomacia turística, la diplomacia cultural y la diplomacia deportiva, actualmente son ingredientes de alto valor agregado que han reforzado el ejercicio bilateral durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador con una mayor vinculación y una mayor proyección.

Los temas académico, agroindustrial, cárnico y de turismo, repuntan, pero hay otros por fortalecer, como las visas y la ampliación de temporalidad de los chinos en México, porque esto armonizará el creciente vínculo entre las dos naciones.

La llegada de marcas, así como fábricas chinas a México, es parte de la bondad de las relaciones bilaterales y la extensión evidente de la cobertura de la Franja y Ruta de Seda, el gran proyecto chino que le da la vuelta al mundo.

Los vínculos amistosos son reales y solo hay que dar el salto a la cooperación institucional.

* Enlace Legislativo y Gubernamental de la Comunidad China en México, América Latina y el Caribe

(Fotografías: Mexchinalac)

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