Mi corazón se ha entristecido cuando escuché la noticia de su muerte, porque sé que en mis tiempos jamás conoceré una verdadera reina como su majestad Elizabeth II. “God save the Queen” Elizabeth II… “Long live the King” Charles III
Kyra Baez
Durante mi larga carrera de trotadora por mundo y residente de los cinco continentes, y teniendo la oportunidad de conocer a grandes dignatarios e importantes personajes de la realeza, política y cultura como Indira Gandhi, jamás experimenté lo que sentí ante la presencia de su majestad la reina Elizabeth II.
Fue en los años de 1960, y a muy temprana edad 17 años, que fui enviada a un Finish School, escuela para señoritas de padres porfirianos, quienes pensaron que teníamos que ser educadas con tradición y abolengo como en su belle époque.
Me gustaría brevemente darles una semblanza de mi escuela; antes de que entrara a la Universidad de Oxford a seguir mi carrera de Bachelor of Arts. Hart well House, prestigiado plantel de señoritas, jugó el papel más importante en mi vida futura y me dio la oportunidad de haber sido presentada oficialmente a su majestad la reina Isabel II, acompañada de más de 25 debutantes de padres con títulos mobiliarios y que fuimos presentadas ante su majestad la reina.
The House of Citizenship conocida como Hartwell House, en Ayelesbury, Buckingshire, Inglaterra, a solo 80 kilómetros de Londres, y en esta época dirigida por su fundadora, Miss Dorothy Neville-Rolfe, quien por cierto era descendiente directa de la famosa y mítica piel roja Pocahontas.
La escuela de 80 alumnas, 60 por ciento inglesas y el resto ciudadanas de países como Japón, India, Líbano, Grecia, EEUU, etc. admitía solamente una persona de cada país. En este elegante y palaciego lugar en donde además de ser instruidas en el severo y rígido protocolo inglés. También incluía materias de actualidad como oratoria, idiomas y filosofía e historia, entre otras, sin olvidar que las cenas eran todos los días de rigurosa etiqueta para las alumnas, quienes después de la cena, se les permitía recibir y ofrecer sherry y champaña a los amigos que nos visitaban, en horario de 7:30 a 10:30 pm y que recibíamos ellos de smoking en la histórica biblioteca del palacio construido en 1600 y residencia de Luis XVIII de 1807 a 1814, durante su exilio en Inglaterra.
Fue en el mes de septiembre de 1961, iniciando el año académico que nos fue anunciado el que seríamos presentadas ante la reina Elizabeth II, durante el tradicional Afternoon Garden Tea party que se ofrecía en los jardines del palacio de Buckingham, una vez al año. Todas las alumnas recibimos la noticia con gran algarabía… bueno eso fue de parte de las extranjeras, las inglesas cortésmente fueron más estoicas en su alegría. Y así fue que empezaron los protocolos para ser presentadas; lo de la reverencial se ve fácil, pero no lo es y se puede uno caer, y sin mucha gracia… así que empezamos a tener clases de cómo caminar y reverenciar, asimismo qué tipo de sombrero y recordar que solamente le puede uno responder a la reina, pero nunca hablarle, que no se le dice su majestad sino Ma’am, así que recuerden en EEUU, cuando entren a una tienda y la empleada te dice Ma’am, siente ser una reina. Bueno, el famoso día llegó en que teníamos que ir a Londres para la presentación oficial de las niñas de Hartwell House, no todas fueron algunas se enfermaron así que el grupo se redujo a no más de 20, debutantes y la tarde fue esplendorosa, fuimos cada una presentadas con nombre de familia, origen de país, nombre de colegio, y lo recuerdo como si fuera ayer. La gran reina vestida de rosa pálido y sombrero del mismo tono con sus guantes blancos y el cutis más hermoso como piel de durazno de rosadas mejillas y una sonrisa sensacional, que me quitó el nerviosismo, una figura de gran temple, pero con mucha dulzura y que me dio la mano y me dijo tu país México es muy bonito y de un gran pasado histórico y muy rico en cultura”. Se había dirigido a mi persona, lo cual me permitió prontamente contestar, con las palabras que había aprendido en el protocolo, “Yes Ma’am in did, my country is very rich in history and I’m very proud to be Mexican”, pude contestarle, “gracias por el elogio a mi país y me siento muy orgullosa de ser mexicana” Y orgullosa, de haber podido decir mis palabras, caminé hacia adelante y respondí a las preguntas de mis amigas y compañeras del colegio quienes deseaban saber qué me había dicho la reina. Admito que me sentía muy especial y aún más cuando después formando un pequeño círculo de amigas de no más de seis… y cuando estábamos en plena tertulia… su majestad la reina caminó por suerte junto a nosotros y con una amplia sonrisa nos dijo, la tarde está esplendorosa y veo que están muy contentas… y como en coro haciendo la rigurosa reverencia nuevamente y sin tratar de caernos respondimos: “Thank you Ma’am”. Quedando todas hermosamente sorprendidas. Que la reina Elizabeth nos hubiera dirigido nuevamente la palabra. Claro, algo tuvo que ver que la Miss Neville-Rolf era conocida en la corte y asimismo por el secretario que la acompañaba.
Mi corazón se ha entristecido cuando escuché la noticia de su muerte, porque sé que en mis tiempos jamás conoceré una verdadera reina como su majestad Elizabeth II. “God save the Queen” Elizabeth II… “Long live the King” Charles III.
Fotografías: Kyra Baez
