El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, realizó del 14 al 16 de julio una visita a México con la que conmemoró el 30 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, suspendidas durante el franquismo, y en la que pretendió dar impulso a las relaciones económicas entre ambos países.
Su gira de trabajo comenzó en la ciudad caribeña de Cancún, donde emitió un mensaje para los empresarios españoles, a los que animó a invertir en un país (México) que ofrece, dijo, “nuevas posibilidades”.
Rodríguez Zapatero y el presidente mexicano Felipe Calderón coincidieron en que el volumen de comercio e inversión no corresponde con el potencial de dos economías que se precian de estar entre las principales del mundo. El jefe del Ejecutivo español recordó que España es el segundo inversionista en México, sólo por detrás de Estados Unidos. En el sector turístico, el gigante norteamericano acumula 51 por ciento de las inversiones; España, 39 por ciento.
El gobierno de Zapatero considera a México un país clave para el desarrollo de Latinoamérica y siempre le ha concedido un papel prioritario, por encima incluso de Argentina, Chile y Brasil. El jefe del Ejecutivo español fue uno de los primeros en felicitar a Felipe Calderón por su victoria en el proceso electoral de 2006.
En un encuentro con los principales empresarios del sector turístico, Zapatero ratificó su apoyo a Calderón y prometió que su gobierno hará todo lo que esté a su alcance para contribuir al desarrollo económico del país y a favorecer los objetivos que el sucesor de Vicente Fox se ha marcado para este sexenio, entre ellos, el de ampliar nuevos mercados y mejorar la seguridad jurídica. “Quiero lanzar un mensaje de apuesta por México en todos los sectores”, dijo a la decena de hombres de negocios congregados en el acto.
La primera jornada de Zapatero en México no estuvo sólo dedicada a cuestiones prácticas. El jefe del Ejecutivo español visitó junto a su esposa, Sonsoles Espinosa, las ruinas mayas de Chichén Itzá, una de las nuevas siete maravillas del mundo.
La gira de trabajo del mandatario español concluyó con una visita al Palacio Nacional mexicano, donde junto con el presidente Felipe Calderón firmó una declaración conjunta para profundizar en la asociación estratégica entre ambos países en torno a tres temas clave: el terrorismo internacional, la delincuencia organizada y el cambio climático.
Revista Protocolo
