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Historia de la celebración dedicada a los primeros ídolos de todos los niños

En otras naciones, este festejo se realiza el 19 de marzo, día en que según la Biblia, nació San José, el padre putativo de Jesucristo

Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán

Historia de la celebración dedicada a los primeros ídolos de todos los niñosHacia finales del siglo XIX una noticia inusual le daba la vuelta a todo el territorio estadounidense: en Washington, la esposa del militar William Jackson Smart, fallecía mientras daba a luz a su sexto hijo, por lo cual, se convertiría, hasta ese momento, en el primer caso en la historia de Estados Unidos que se tenga registro de un hombre, sin esposa, al cuidado de sus seis pequeños vástagos.

Aunque el gobierno le brindó alternativas como dar en adopción a sus hijos o buscarles cuidados en casa de asistencia, Jackson afrontó la situación y decidió responsabilizarse y dedicarse por completo a sus labores paternales, para lo cual, gobierno y medios de comunicación de aquel entonces, estarían al pendiente de él y de la forma en que realizaba sus tareas como cabeza de familia sin apoyo maternal, logrando por completo sacar adelante la situación y logrando el reconocimiento de los amigos, familiares y vecinos que lo rodeaban.

Con el paso del tiempo, la admiración que por William sentía su hija Sonora Smart, llevó a buscar una celebración especial para todos los padres, pero con la especial atención de celebrar a aquellos que asumían los roles de papá y mamá; pues este tipo de casos iban aumentando cada vez más; para ello, se eligió el día 5 de junio, fecha del cumpleaños de William, para hacer la celebración regional del Día del Padre, pero no se logró el éxito esperado. Aun así, se consiguió el tener registro de ser el primer festejo que se realizaba en la nación norteamericana en honor a una figura paternal.

Con el paso del tiempo, sin motivo en especial alguno, en 1966 el presidente Lyndon B. Johnson instaura cada tercer domingo de junio como “Día del Padre”, pero el objetivo, era destacar con sencillas ceremonias protocolarias gubernamentales a los progenitores que habrían logrado alguna situación especial con sus hijos, sin tener mayor relevancia.

Pero en 1972, el entonces mandatario estadounidense Richard Nixon hace oficial el festejo del “Día del Padre”, en donde se formalizó esta fiesta, logrando honrar a la figura paterna por medio de festivales escolares, atractivas ofertas en establecimientos comerciales, y todo un día dedicado especialmente a los hombres de la casa.

Como la mayoría de las costumbres estadounidenses, el éxito de este popular día, llegó hasta Europa, Asia, África y algunos países del resto de América, como México, donde también se adoptó al tercer domingo de junio como la fecha calendarizada para celebrar a papá.

En otras naciones, este festejo se realiza el 19 de marzo, día en que según la Biblia, nació San José, el padre putativo de Jesucristo.

Pensamiento del día del padre

Los niños vienen en diferentes tamaños, pesos y colores.

Se les encuentra donde quiera: encima, debajo, trepando, colgando, saltando…

Los papás los adoran, las niñas los odian, las hermanas y los hermanos mayores los toleran; los adultos los desconocen y Dios los protege.

Un niño es la verdad con la cara sucia, la sabiduría con el pelo desgreñado y la esperanza del futuro con chocolates derretidos en los bolsillos del pantalón.

Un niño tiene el apetito de un conejo, la digestión de un león, la explosión de una bomba atómica, la curiosidad de un gato, los pulmones de una ballena, la imaginación de Julio Verne, el entusiasmo de un tumulto y cuando hace algo, tiene cinco dedos en cada mano.

Le encantan los dulces, detesta la comida, espera con ansias la llegada de la Navidad y la temporada de vacaciones, quiere salir a jugar con el hijo de los vecinos, corre incansablemente por el campo, es feliz mojándose aunque ensucie la ropa, se impresiona con los animales grandes, y tiene la ilusión de ser bombero sólo por el hecho de subirse al carro especial. Por otro lado, les desagrada el ir a la escuela, no soporta a la maestra de música, ve anticuado a los adultos vestir con corbata, se siente mal si lo ponen al lado de otro pequeño del sexo opuesto, y lo que menos quiere, es que llegue la hora de dormir.

Desde que llegó a casa, el despertador deja de ser necesario, pues sus gritos tempraneros despiertan a cualquiera, así como también se hace del rogar para comer, pues esta “padrísimo” el programa de la televisión.

Descubrir en las bolsas de sus pantalones una fruta podrida, listón, dulces pegajosos después de haber sido chupados, dinero de dudosa procedencia y hasta un anillo de plástico con poderes supersónicos es un acontecimiento muy usual.

Un niño, es una criatura mágica, de la cual, usted cierra las puertas del cuarto donde guarda las herramientas, pero nunca podrá cerrarle su corazón; podrá apartarlo de sus estudios y horarios laborales, pero jamás podrá apartarlo de su mente.

¡Todo el poderío es suyo y todos se rinden ante él!

Él es el jefe, el amo, el mandamás…

Pero cuando llega ese día difícil en que las cosas no salieron bien, vuelve esa mágica sonrisa a componerlo todo con el simple hecho de pronunciar dos palabras: “¡Hola, papito!”

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