México

América Latina debe reconsiderar estrategias para superar turbulencia económica

Es necesario establecer políticas agresivas de desarrollo productivo, desarrollo tecnológico e integración regional: José Antonio Ocampo

José Antonio Ocampo

América Latina fue la región del mundo en desarrollo más afectada por la crisis mundial después de los países de Europa Central, señaló José Antonio Ocampo, director del Programa de Desarrollo Económico y Político de la Universidad de Columbia, durante su visita a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México (Flacso-México).

Durante su participación en el programa “Los problemas económicos y sociales en América Latina; estrategias para enfrentarlos”, Ocampo fue recibido por el director general de la facultad, Francisco Valdés Ugalde, y la profesora investigadora Alicia Puyana.

En su conferencia “América Latina y la turbulencia económica mundial”, Ocampo aseguró que la contracción inicial en la región “fue muy fuerte, pero corta” debido a la intervención masiva con gasto fiscal de los países desarrollados, al fortalecimiento que han experimentado las políticas financieras de los países emergentes y al liderazgo que mantuvo China en la recuperación de los precios de productos básicos.

El ex secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que los canales de transmisión de la crisis mundial a la región estuvieron concentrados en la caída del comercio, del financiamiento externo y de las remesas. Esto fue mitigado parcialmente por el incremento de los precios básicos que ha generado la demanda de China. La caída de las remesas golpeó con fuerza a las economías pequeñas.

Sin embargo, no todo el panorama fue negativo, afirmó Ocampo. Algunos factores ayudaron a recuperar la senda de crecimiento: la acumulación de importantes reservas internacionales y la baja en el endeudamiento externo. “América Latina por fin superó la crisis de la deuda de inicios de los años ochenta. Los gobiernos no dependen más del financiamiento externo y los bancos centrales tienen un manejo ortodoxo de las reservas internacionales”, dijo.

Aunque hubo un balance positivo en el fortalecimiento de las políticas internas y en el manejo de la crisis, los países latinoamericanos deberán enfrentarse al riesgo de sobregastar el actual auge de los precios de productos básicos, y al proceso de desindustrialización. Otros desafíos son las entradas masivas de capital, la volatilidad y sobrevaluación del tipo de cambio, el poco dinamismo del comercio internacional y una estructura exportadora con debilidades importantes.

Ocampo hizo hincapié en que el reto mayor es el rezago tecnológico. “La investigación y el desarrollo en materia de tecnología tienen al continente en un atraso de casi 30 años en comparación con los países en donde la producción tecnológica y el registro de patentes es una realidad y una fortaleza. América Latina debe mejorar profundamente su estructura productiva en términos tecnológicos para no sufrir todas las crisis.”

Ocampo concluyó su participación en la Flacso-México con un llamado a consolidar la integración regional para conseguir un mercado ampliado en el marco de una estrategia de diversificación exportadora agresiva y una política activa de desarrollo productivo.

Revista Protocolo

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