Estados

1990 – 2005 15 años de defensa activa, vigorosa y permanente de los Derechos Humanos

El surgimiento de la CNDH, el 6 de junio de 1990, ocurrió en medio de un clima de temor y zozobra, cuando la descomposición de numerosas instancias de la procuración de justicia generaba fabricación de culpables, así como la impunidad de los delincuentes con placa, generalizándose los casos de tortura, las ejecuciones extrajudiciales y las detenciones arbitrarias, lo que se traducía en impotencia de la justicia.

De entonces a la fecha, muchas cosas han cambiado, las más en positivo. Perviven restos autoritarios del pasado, pero los problemas y los retos que le toca enfrentar al Ombudsman son, en su mayor parte, de distinto tipo. Los problemas que ahora tenemos no son tanto los de la violencia autoritaria desde el poder público, sino –más bien– los de la construcción de la gobernabilidad democrática, en las difíciles condiciones de un país con graves rezagos sociales y necesitado de renovar y fortalecer prácticas e instituciones.

NUEVAS SITUACIONES

Los cabos sueltos, consecuencia de un proceso inacabado de transición democrática, están confluyendo con nuevos fenómenos de descomposición social, y crean situaciones que se expresan en la proliferación de fenómenos morbosos, como la creciente violencia de la delincuencia organizada en el norte; la aberrante ola de feminicidios en Ciudad Juárez, ahora contra niñas; el tráfico de indocumentados con su secuela de tragedias personales, la corrupción pública, la inseguridad, el largo manto de la impunidad, la discriminación, fenómenos claramente patológicos que, de no entenderse ni atenderse, pueden anticipar una profunda fractura social. Los riesgos del quiebre los vemos también en la degradación de los servicios sociales (señaladamente los de salud y educación); en la persistente pobreza y la terrible desigualdad social, que nos recuerda constantemente cuán lejos estamos todavía de cumplir con los preceptos y garantías constitucionales al respecto y cómo se diluyen tradiciones de cohesión y solidaridad social.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos obtuvo su autonomía en el año de 1999 como órgano del Estado mexicano, lo cual ha favorecido su desempeño como magistratura de opinión y su desenvolvimiento dentro de las nuevas circunstancias. El presidente de la CNDH es ahora elegido directamente por el Senado de la República.

Lucha por la libertad de expresión

Desde su fundación, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha librado batallas por la libertad de expresión y en defensa de periodistas agredidos; se ha involucrado en la investigación de masacres como Aguas Blancas y Acteal; por vez primera desde una institución del propio Estado, se exigió justicia y se documentaron los casos de los desaparecidos de la guerra sucia, lo que dio origen a una fiscalía especial para investigar esos delitos. La CNDH representó y dio voz de exigencia jurídica a muchas personas afectadas por abusos, tortura, detenciones arbitrarias y tratos crueles y degradantes.

La CNDH empezó, hace 15 años, con una modesta oficina alquilada. Hoy no sólo contamos con amplias oficinas en la ciudad de México, sino que hemos abierto ocho nuevas oficinas en las fronteras sur y norte del país, con el fin de atender específicamente la problemática de los migrantes, tanto los que provienen del sur de nuestras fronteras como los compatriotas que tratan de cruzar hacia el norte. La Quinta Visitaduría General de la CNDH se creó para atender la problemática nacional de los migrantes y sus derechos.

CONFIANZA Y PRESENCIA NACIONAL

Pro-víctima, programa institucional de la CNDH desde hace tres años, pretende terciar en la paradoja de que, mientras el presunto delincuente cuenta con varias prerrogativas legales, entre ellas el derecho a un abogado defensor gratuito, la víctima carece de las mínimas garantías, como la reparación efectiva, asistencia jurídica, médica y psicológica.

La labor continua, permanente, de nuestros visitadores, la mayor parte de las veces anónima, en ocasiones con alto riesgo y alejada de los reflectores, en reclusorios, en hospitales, en puntos de tránsito de migrantes, vigilando medidas cautelares de protección contra amenazas de caciquismos locales o en el seguimiento de casos relevantes en los estados, es la base de la presencia nacional y el crédito que a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos le concede la percepción ciudadana, lo cual tiene refrendo en diversas encuestas de opinión, en las que la CNDH aparece por debajo sólo de la Iglesia, las fuerzas armadas y los maestros.

El presidente de la República ha impulsado decididamente los avances en derechos humanos, trátese de desaparecidos, de abusos policíacos, de tortura y otras vejaciones, actitud que a veces no permea a toda la estructura burocrática de su gobierno, algunos de cuyos integrantes parecen disfrutar rechazando nuestras recomendaciones.

Con el aliento de la sociedad y venciendo obstáculos, defenderemos derechos fundamentales de los mexicanos, denunciando y atajando los abusos del poder, sea éste formal e informal, con una CNDH atenta, activa, vigo-rosa, que no se detiene y sigue avanzando.

• Síntesis del informe presentado el 6 de junio de 2005

CNDH, ORGANISMO PÚBLICO AUTÓNOMO
www.cndh.org.mx
Tel.: 01 800 715 2000

CONTRA EL ABUSO DEL PODER, LA CNDH PROMUEVE Y DEFIENDE TUS DERECHOS HUMANOS

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