México

“Papá soltero” no es nombre de programa de televisión, sino una realidad

En 2017, el Inegi tenía contabilizados a casi 800 mil hombres que son padres solteros en México, cifra que hasta este 2019 pudo haber superado el millón

Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán

La rutina mañanera de lunes a viernes de Leonardo es pararse muy temprano para dar de desayunar, bañar y vestir a su hijo de tres años, para, posteriormente, llevarlo hasta una guardería del Instituto Mexicano del Seguro Social, que le queda muy lejos, que si bien le va, por tráfico o muchedumbres en los transportes públicos, hará una hora para llegar al centro infantil, donde su primogénito se quedará al cuidado de puericultores profesionales hasta por ocho horas.

Una vez asegurado el menor en la institución, Leonardo volverá ya sea a su casa para adelantar trabajo o a los lugares donde tenga que ir a cumplir con sus asignaciones del día.

Si bien el comunicólogo de más de 35 años cuenta con el apoyo de sus padres para el cuidado del niño, está consciente que estos son personas de la tercera edad y que cada vez más les será complicado cumplir con esa tarea que gustosamente hacen: “ya se cansan cada vez más y ellos también tienen cosas que hacer tanto en el hogar como con su vida social”, comparte en entrevista para Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle, recordando con cariño que sus progenitores han sacrificado actividades o compromisos por apoyarlo con el nieto, hasta el momento, el primero de dos de la tercera generación, pues su única hermana acaba de tener una hija. “Ella sí logró independizarse bien y hacerse de un patrimonio, por lo que han sido contadas las veces en que en un año que va a cumplir mi sobrina, ha requerido del apoyo de mis papás”, comenta.

“La situación se irá complicando, el próximo año escolar Leíto (como cariñosamente llama a su hijo) ya entrará al kínder, y ahí sí hay un horario definido. Habrá que sentarse con él a hacer la tarea, dejarle limpio y planchado su uniforme, vendrán responsabilidades más comprometedoras. Y si a eso lo sumamos con el trabajo que no tengo un horario definido… ¡imagínate lo que me espera!”, dice.

¿No has pensado en meterlo a una estancia infantil?, se le preguntó.

“Sí, pero son muy caras. Mi madre, que es maestra y se acaba de jubilar, quedó en que mientras Dios le preste vida y salud, me va a ayudar. Sé que a lo mejor sonará muy abusivo, pero por el momento, no tengo otra alternativa. Una vez que los abuelitos de mi niño ya no puedan, ya buscaré soluciones.

“De hecho, mi papá no se sentiría tranquilo si sabe que el niño estará resguardado en una estancia o llevarlo con alguien desconocido que lo cuide. Es el más consentidor, lo cuida al extremo, lo consiente y apapacha mucho. Si mi padre con sus casi 75 años aún tiene fortaleza, es porque mi hijo le ha dado esas vitaminas para no sentirse viejo, él me lo ha dicho muchas veces”, recuerda.

Hace seis años Leonardo conoció a la mamá de su hijo, recordó que se vieron en algún evento artístico que él coordinaba, se hicieron amigos de Facebook y a partir de ahí comenzó la amistad de manera virtual, pero pasó casi un año para volverse a ver físicamente y cuando se dio el reencuentro, solo fue cuestión de meses para que Leíto viniera en camino.

El porqué se alejó la mamá del pequeño cuando este apenas iba a cumplir un año, prefiere no comentarlo, “solo le dije, está bien, vete, pero eso sí, me lo dejas con todo y papeles, pues no quiero que al rato regreses y resulta que ya te arrepentiste”, por lo que de inmediato se llevaron a cabo los trámites legales donde por común acuerdo, ambas partes aceptaron que el 100 por ciento de la responsabilidad del menor de edad dependía únicamente del padre. “Qué Dios la bendiga y que le vaya bien (a la mamá de su hijo)”, señala.

El cambiarle pañales, hacerle su leche y papillas, enseñarlo a ir al baño, enseñarlo a comer, estar al pendiente de sus vacunas, llevarlo a sus consultas con el pediatra y otros doctores, llevarlo al parque a jugar y buscar actividades infantiles para que el niño se recree, son las actividades que en tres años, Leonardo ha tenido que mezclar con las que le dicta su profesión: el ir a hacer la cobertura de eventos, tomar nota y fotografías de lo que acontezca, luego volver a casa a redactar.

“Aquí tienes que sacrificar muchas cosas, desde que nació mi hijo no veo televisión, solo los noticieros para estar enterado y eso cuando me da tiempo. Han sido contadas las veces que he convivido con amistades y pues los gastos se duplican y se irán incrementando conforme al crecimiento del niño, por lo que también he dejado de hacer muchas cosas: ¿o me voy de viaje y a parrandear con los cuates o le doy de comer a mi hijo?, obvio, lo segundo es más importante”, expresa.

Leonardo es solo uno de los más de 796 mil hombres que hasta 2017 tenía registrados el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) como padres solteros en México (según datos revelados por un reportaje de ADN 40), aunque asegura la socióloga de Universidad Autónoma Metropolitana Elizabeth Hidalgo Sanabria, para este 2019 la cifra pudo haber superado el millón de varones que son papá y mamá a la vez.

La cifra no es nada comparable a la estadística del Inegi de mayo de 2018, en que 33 de cada 100 mujeres madres de familia de entre 15 y 54 años en México, son mamás solteras, como lo compartió en aquel entonces una investigación realizada por la agencia EFE, por lo que a comparación con los varones, es mayor la cifra de mujeres que asumen ambos roles.

Leonardo dice que desde adolescente nunca le han gustado las celebraciones comerciales, por ende a él no le gusta que le llamen o feliciten por el Día del Padre, sin embargo, dijo alistar una sencilla comida para honrar a su papá. “Mi papá tampoco es mucho de fiestas, pero mi hijo está muy ansioso por darle el regalo que hizo en su guardería (a su abuelo). Entonces, la fecha de este domingo no pasará desapercibida. Lo hago por mi papá, más que nada. A mí, como todas las fechas comerciales, me van y me vienen.”

En 2017, quienes integraron la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobaron por unanimidad incluir a padres solteros en la ley que estipula apoyo alimentario para madres solteras a la que se le llamó “Ley que establece el Derecho a recibir un Apoyo Alimentario a las Madres y a los Padres Solos de Escasos Recursos Residentes en la Ciudad de México”, por lo que desde entonces, los progenitores solteros en situación vulnerable reciben una mensualidad de 292 pesos, además de servicios médicos, psicológicos y jurídicos.

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