México

Presenta Piper Kerman la visión de las reclusas en La Ciudad de las Ideas

La activista estadounidense apuntó que más de 625 mil mujeres en todo el mundo se encuentran en prisión

Presenta Piper Kerman la visión de las reclusas en La Ciudad de las IdeasPuebla, México.— Tras haber permanecido en una cárcel, la estadounidense Piper Kerman se convirtió en activista por los derechos de las mujeres en prisión, que a la fecha suman más de 625 mil en todo el mundo, y llegó a la capital poblana para participar en La Ciudad de las Ideas.

La autora del libro Naranja es el nuevo negro. Mi año en una prisión de mujeres, destacó que la mayoría de las féminas son condenadas a prisión por crímenes no violentos, de bajo perfil, muchas veces cometidos por necesidades económicas y relacionados con las drogas.

Quien fuera la interna 11187424, advirtió que a pesar de que se asocia a las cárceles con fenómenos de violencia y depravación, ella desde el primer día encontró bondad, y gracias a la convivencia con otras internas pudo sobrevivir.

Así supo que el encarcelamiento no iba a ser lo que esperaba. “Las mujeres que conocí me dieron escolaridad, me enseñaron, me defendieron, me ayudaron a sobrevivir y compartieron su supervivencia conmigo.”

Durante su estancia en prisión, Piper Kerman hizo una conexión con otras mujeres lo cual la ayudó a humanizarse, a pesar que las cárceles, dijo, están diseñadas para arrebatarte tu humanidad, sin embargo, a ella la impulsó a ser mejor.

“Después de estar encarcelada, lo importante era narrar lo que yo atestigüé y viví, para que la gente tuviera una idea distinta de quién está en la cárcel y por qué, los crímenes son distintos a lo que uno supone.”

Destacó que las mujeres en prisión son personas no violentas, es decir, “a quienes ahora estamos encarcelando es gente que antes jamás hubiéramos encarcelado”.

En general, advirtió Piper Kerman, en todo el mundo son las personas más pobres y de las familias más vulnerables las que están en la cárcel y, en el caso de las mujeres, su reclusión implica un castigo a otras personas, ya que son madres que dejan a sus hijos sin protección.

Y es que el sistema de justicia criminal está marcado por la falta de igualdad, pues a los pobres se les castiga duramente por crímenes pequeños, cuando los ricos rara vez enfrentan las consecuencias de sus transgresiones, ya que, por ejemplo, 80 por ciento de quienes están en la cárcel en Estados Unidos son demasiado pobres para pagar un abogado.

La cárcel tiene la intención de marginalizar a la gente; a quien comete un crimen se le hace a un lado. Pero las prisiones, agregó Piper Kerman, están llenas de gente que ya había experimentado la marginación antes, con fenómenos como pobreza, racismo, homofobia.

Señaló que hay muchas maneras de segregar a la gente, de mandarla a la orilla de la sociedad, pero las celdas no son la solución, pues lo que se necesita es que se imparta justicia, no más opresión.

La activista comentó que tan sólo en Estados Unidos se gasta más en las cárceles que en las universidades, lo cual es un gran error, ya que su sistema penal es muy primitivo, con poca rehabilitación, lo que hace que los internos regresen a la cárcel.

Revista Protocolo

Países que nos están viendo

ALIANZAS