Esto en el marco de la presentación del Informe Anual 2010 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)
En el ámbito mundial fue publicado el 2 de marzo el Informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas correspondiente a 2010, en el que se da cuenta de la situación del sistema de fiscalización internacional de drogas y sus retos hacia el futuro.
La Junta señala que los mecanismos de control contenidos en los tratados vigentes han permitido disminuir la desviación de sustancias sujetas a fiscalización internacional para la producción de drogas ilícitas.
Sin embargo, subraya también que hay nuevos retos que exigen la acción concertada de los gobiernos y que es necesario asegurar una oferta suficiente de estupefacientes y sustancias psicotrópicas con fines científicos y médicos, pero evitando su desviación y la de sus precursores a fines ilícitos.
De acuerdo con la JIFE, entre los principales retos que deben afrontarse se encuentran: la corrupción, que facilita el comercio de drogas ilícitas; la disponibilidad de medicamentos que contienen sustancias sometidas a fiscalización internacional.
Además, el aumento sustantivo en el consumo mundial de analgésicos opioides empleados para el tratamiento del dolor; el aumento en el uso de preparados farmacéuticos para facilitar la comisión de delitos y de drogas de diseño, elaborados con sustancias para eludir las medidas vigentes de fiscalización; y el dinamismo de los grupos criminales en la búsqueda por alcanzar sus fines.
Respecto a México, el informe reconoce el reto que el país emprende al hacer frente a las organizaciones criminales y señala el empeño y decisión con los que el gobierno de México combate el tráfico de drogas y la delincuencia organizada.
Destaca asimismo los esfuerzos para la aplicación de la ley, la puesta en marcha de medidas contra la corrupción, la adopción de reformas institucionales de largo plazo y la detención de líderes de los diversos carteles del narcotráfico.
En cuanto a la situación mundial, la Junta destaca el aumento en el abuso de la cocaína en América del Sur; el aumento del cultivo ilícito de adormidera y del tráfico ilícito de estimulantes de tipo anfetamínico en Asia; el papel preponderante de América del Norte en la oferta y demanda de drogas ilícitas, con Estados Unidos como el principal país de destino de las remesas de drogas ilícitas; la propagación del abuso de cocaína de Europa occidental a otras partes del continente; y el aumento en el consumo de casi todos los tipos de drogas en África.
Ante este panorama, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes reconoce la importancia de abordar de manera equilibrada los pilares de la oferta y la demanda de drogas e insta a todos los gobiernos a fortalecer su cooperación y a actuar coordinadamente para prevenir los problemas relacionados con las drogas y garantizar la disponibilidad de sustancias fiscalizadas para fines médicos y científicos.
La JIFE es un órgano de las Naciones Unidas establecido por la Convención Única de Estupefacientes de 1961 y se encarga de vigilar la implementación de los tratados sobre fiscalización internacional de drogas.
Está integrada por 13 miembros que prestan servicios a título personal. El embajador mexicano Jorge Montaño es miembro de la Junta desde 2010.
Revista Protocolo
