Con programa de Emergencia Social se ha atendido a más de mil 900 migrantes que han sido vinculados a tareas comunitarias
Revista Protocolo
Ciudad de México, 25 de septiembre de 2019.— En respuesta a la emergencia social y migratoria en el sureste de nuestro país que dio pie al Plan de Desarrollo Integral del Sur de México y Centroamérica instrumentado por el gobierno federal, la Secretaría de Bienestar implementó inmediatamente el Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural.
Desde hace más de tres meses, personal de la dependencia y sus órganos desconcentrados: Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes), Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) y el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), se trasladaron al estado de Chiapas para iniciar con las tareas de apoyo para la atención a las poblaciones migrantes.
Desde su arribo a Chipas, el personal de la Secretaría de Bienestar estableció colaboración con la delegación de Programas para el Desarrollo en el estado, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Policía Federal, Instituto Nacional de Migración, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Universidad Autónoma de Chiapas, así como con las coordinaciones nacional y estatal de Protección Civil y representantes de la Iglesia, con el objetivo de iniciar acciones de apoyo humanitario en favor de los migrantes que buscan permanecer en territorio mexicano.
Entre algunas de las acciones que se han llevado a cabo, destacan el acercamiento con los presidentes municipales de la región fronteriza con Guatemala a fin de abrir espacios laborales para personas migrantes.
También fueron asignados 50 técnicos sociales del Programa Sembrando Vida y alrededor de 20 abogados para agilizar los trámites de petición de asilo y regulación migratoria.
La Secretaría de Bienestar ha apoyado a 16 albergues en los municipios de Arriaga, Suchiate, Mapastepec, Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, que concentran mayor flujo de migrantes, a quienes les proporcionan alimentos, productos de higiene y artículos de primera necesidad.
Parte fundamental de la estrategia, ha sido la vinculación de estos a tareas de retribución a la comunidad, cuyo objetivo es procurar su bienestar e integración a la sociedad mexicana y que les permite tener un apoyo económico para solventar sus gastos de primera necesidad.
A la fecha, en Chiapas, han sido vinculadas más de mil 900 personas de Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba y Haití, quienes fueron inscritas en un censo para definir su perfil y las labores en las que participan en beneficio de la comunidad: limpieza de calles, rehabilitación de plantaciones y mantenimiento de obra pública, así como tareas en centros educativos y culturales.
Son incorporados al Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural únicamente aquellos migrantes que están regularizando su situación migratoria en México, en espera de una visa humanitaria que les dará libertad de buscar un empleo formal.
