Vuelve tripulación del avión Casa C-295W de la Fuerza Aérea Mexicana tras 12 días de prueba en ciudades de clima frío en Estados Unidos y Canadá
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán
“No sabíamos si era neblina o el suelo nevado para poder aterrizar”; esa fue sólo una de las tantas anécdotas que la tripulación del avión Casa C-295W de la Fuerza Aérea Mexicana, conformada por ocho militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar), así como siete integrantes de Grupo Airbus, contaron a su regreso a la Base Militar No. 1 de Santa Lucía, en el Estado de México.
Fueron 12 días en que los seleccionados estuvieron fuera de México para poner a prueba la calidad del avión en el Polo Norte, y para ello recorrieron ciudades de Estados Unidos y Canadá de fuerte clima frío, algunas con aterrizajes fallidos debido a las condiciones climatológicas, comprobando también la calidad de los planes de contingencia.
La hazaña realizada fue tan meritoria que al llegar, inmediatamente, fueron recibidos como héroes por altos mandos de la Sedena, la Semar y de Grupo Airbus, quienes reconocieron su esfuerzo otorgándoles placas conmemorativas y les ofrecieron una comida en su honor.
El avión casa tiene una longitud de 25 metros, está conformado con una cabina para piloto y copiloto, 12 asientos para pasajeros, y el resto de la aeronave es para compartimentos de equipaje y espacio para el resto de la tripulación; tiene una entrada principal con escalinatas en el lado derecho, y una rampa en la parte posterior para casos de emergencia; cuenta con los servicios tradicionales de comodidad y funciones para situaciones emergentes; soporta una carga de poco más de nueve toneladas.
La aeronave inició su recorrido despegando de la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía, México, y tuvo como itinerario las ciudades de Ensenada, México; Saskatoon, Yellowknife y Resolute Bay en Canadá, alcanzando el objetivo de un aterrizaje histórico en el Polo Norte, y retornó a México después de haber recorrido las ciudades de Churchill, Thunder Bay, Winnipeg y Trenton en Canadá, así como Raleigh-Durham y Destin-Fort Walton, en Estados Unidos, para finalmente aterrizar en la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía, México.
Durante la gira, se realizaron vuelos demostrativos en aeródromos, donde tuvieron la oportunidad de convivir e intercambiar experiencias con personal militar de Estados Unidos y Canadá, fomentando así los vínculos de amistad y cooperación entre los países de América del Norte.
Revista Protocolo
