Moda

Crisis de salud, pasarela para la producción y consumo nacionales

Necesario asumir acciones para la construcción de la nueva agenda global para enfrentar la crisis mundial por COVID-19: EFS

Revista Protocolo

Ciudad de México, 27 de mayo de 2020.— La actual crisis de salud que se vive en todo el mundo abre una enorme oportunidad para que la industria de la moda en México apueste por un modelo económico en donde se privilegie el consumo y producción locales, con cadenas de suministro flexibles y más cortas.

Con esta realidad, el abastecimiento por proximidad y de materiales de nueva generación para el caso de la materia prima será fundamental en la moda, al igual que la transformación de un capital humano capacitado para el futuro. Asimismo, como base para el aseguramiento de las operaciones (blockchain) y su salida a través del comercio electrónico, la ampliación de la informatización y digitalización es una prioridad, afirmó Mireille Acquart, directora de Ethical Fashion Space (EFS).

Mireille Acquart, directora de Ethical Fashion Space

A escala global, las tendencias para la construcción de la nueva agenda global apuntan a la necesidad de establecer un modelo de economía circular basado en las premisas del desarrollo sostenible, mismo que permitirá optimizar los recursos, generar ahorro, invertir en el ecosistema social y disminuir el impacto negativo en el planeta, todo ello, con la implementación de procesos innovadores y uso de las tecnologías, factor fundamental de la industria 4.0.

La también fundadora de EFS, empresa mexicana líder en consultoría y planeación sostenible, hizo un recuento del análisis que la firma realizó sobre las perspectivas que este sector deberá atender para asegurar su continuidad y potencializar sus operaciones bajo un esquema resiliente, eficiente y responsable con el ecosistema social y natural a escala mundial: “Esta crisis ha evidenciado la gran dependencia del abastecimiento de insumos que la industria de la moda tiene con China, al representar el 32 por ciento de las exportaciones mundiales de ropa y el 38 por ciento de las textiles”, dijo Acquart.

Y es que, debido el cese de operaciones de la industria durante el primer semestre a escala global, y según datos del Boston Consulting Group (BCG), el comercio textil perderá entre el 25 y 35 por cierto de su negocio a escala mundial este año, lo que supondrá un descenso de ventas que van del orden de entre los 450 a 600 mil millones de dólares en la industria de la moda y el lujo.

En tanto, añadió la experta, en el ámbito nacional el sector textil corre el riesgo de perder hasta 600 mil empleos según los datos de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaitex).

La economía de México se contraerá un 6.6 por ciento según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2020, siendo el motor de la recesión las pérdidas en remesas, turismo y, significativamente, exportaciones.

Estamos en etapa de resiliencia en la que necesitamos ser fuertes y solidarios, dijo: “Se requiere implementar un sistema que responda a las necesidades socioambientales, y es aquí donde la gestión y planeación sostenible empresarial constituyen la mejor inversión para transitar hacia una nueva era económica”, señaló Mireille.

Advirtió que de acuerdo con la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo después del petróleo. En el ámbito mundial cada año se producen 150 mil millones de prendas de ropa, en la que se utilizan alrededor de 102 millones de toneladas de materia prima y 93 mil millones de metros cúbicos de agua, con los cuales se podría abastecer a cinco millones de personas, lo que tiene como resultado una presión en los recursos del planeta nunca antes vista.

Aseguró que es necesario plantear la crisis como oportunidad de crear un escenario de caminos y oportunidades nuevos, ya que si bien la situación no es ajena a la problemática global de emergencia climática, es crucial tomar acciones en colaboración que obliguen a generar transformaciones de fondo en el plano social. “La sostenibilidad debe verse como un sistema económico y humano que nos puede rescatar de esta crisis”, finalizó Mireille Acquart.

Fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán

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