Opinión de:

Nueva Década, Nuevas Realidades

Israel quiere un cambio: Yosef Livne

Por Yosef Livne, embajador de Israel en México

Yosef Livne, embajador de Israel en México

El comienzo de 2010 significa también el comienzo de una nueva década del siglo XXI. Es en el marco de este nuevo comienzo que se escucha una vez más: ¿Qué pasará en el Medio Oriente? Israel, un país que me honro en representar en México, no tiene mayores problemas en expresar su respuesta: Queremos un cambio.

La política exterior israelí se basa en dos vertientes:

1.    Israel busca activamente profundizar sus relaciones con diferentes países del mundo. En 2009 el canciller israelí realizó dos viajes fructíferos a América Latina y África. Dichas giras, como otras, reafirmaron que Israel no es un país inmerso en un solo tema. Lejos de esto, con un vasto acervo de logros en diferentes campos del quehacer humano, somos una nación que se proyecta al mundo. Nuestra bandera se presenta donde existe necesidad o donde hay interés de estrechar los lazos. Recientemente, Israel dijo “presente” en Haití. Una delegación de más de 200 profesionales-rescatistas y personal médico, llegó a la isla dos días después del desastre e instaló un hospital de campaña en el cual se realizaron más de un centenar de intervenciones quirúrgicas. Israel buscará también en el futuro expresar su solidaridad por medio de acciones concretas.

2.    Medio Oriente: Los temas regionales son complejos y sumamente sensitivos y no pueden ser ignorados. Sin duda un tema prioritario es Irán. El Medio Oriente y de hecho el mundo entero enfrentan actualmente el desafío de frenar la aventura nuclear iraní. Aunque las amenazas de Teherán están enfocadas en Israel y sus líderes no ocultan su deseo de ver mi país destruido, el programa nuclear iraní constituye una preocupación para la comunidad internacional. Tal como lo reveló el periódico alemán Der Spiegel hace pocos días. Israel apoya todos los esfuerzos de la comunidad internacional para convencer a Irán de cambiar su postura y abandonar sus planes nucleares. Israel espera que no tarde el momento de reanudar las pláticas con los palestinos. Casi un año pasó desde que las conversaciones fueron suspendidas. Casi un año perdido. Israel reitera su llamado al gobierno palestino de retomar la ruta de las conversaciones, sin precondiciones. Los reclamos de un lado y de otro deben ser presentados en la mesa de la negociación. Lo que no podemos aceptar son condiciones para retomar las pláticas, o sea pagar un precio por el mero permiso de entrar a la sala de negociación.

Sólo quien está motivado por razones ajenas podría ignorar la posición del primer ministro Netanyahu quien acepta la creación de un Estado Palestino y la decisión de suspender la construcción en Cisjordania. Las demandas de la Autoridad Palestina de un “final feliz”, cuando la película aún no ha sido producida difícilmente crea condiciones propicias para avanzar hacia la paz. Un acuerdo, sólo será producto de conversaciones entre ambos lados.

Israel cree que no se puede sentar con los brazos cruzados. Por ello el año pasado adoptamos la alternativa de construir desde abajo hacia arriba tomando medidas para mejorar las condiciones de vida de la población palestina. Decenas de retenes y puntos de control militar fueron anulados. El horario de funcionamiento de puntos de cruce entre los territorios e Israel, así como en el puente Allenby, fue prolongado. Estas y otras medidas dieron como resultado un crecimiento económico del 8 por ciento en la zona. Sin embargo Israel está consciente que la prosperidad económica no puede sustituir, ni debe reemplazar el progreso político.

Nuestra mano sigue extendida hacia nuestros vecinos, aunque no podemos ignorar las amenazas provenientes de Hamas en Gaza y Hizbulla en Líbano. Estas organizaciones terroristas y el constante apoyo que reciben de Irán son motivo de preocupación para mi país.

Israel enfrenta una campaña singular de deslegitimización. Dudo que haya otro país en el mundo que enfrente tamaño odio caracterizado por socavar la legitimidad del Estado judío. ¿Qué otra nación enfrenta intentos repetidos de boicoteo contra sus exportaciones, sus científicos y sus representantes? No hay otro país cuyo derecho de defenderse está puesto en duda, que sea juzgado por un estándar, mientras que al resto del mundo se le aplica otro. ¿Cómo se explica que conocidos violadores de lo derechos humanos son aquellos que pretenden poner a Israel en el banquillo de los acusados, mientras gozan de impunidad absoluta? Esta situación es inaceptable y haremos todo para cambiarla. Creemos que aquellos países amigos que conocen el verdadero Estado de Israel sabrán distinguir entre discrepancias políticas legítimas y campañas engendradas y llevadas a cabo por odio y neoantisemitismo. Puede ser que las cifras no están a nuestro favor, pero la mancomunidad de todos aquellos que creen en la libertad y la democracia constituirá una mayoría moral.

A casi sus 62 años de independencia Israel es quizá el único miembro de la ONU cuya existencia sigue amenazada. A pesar del entorno hostil, Israel ha logrado grandes éxitos. Nuestra primera y natural inclinación es de una política exterior proactiva basada en cooperación con los países amigos. Lamentablemente no lo podemos implementar a cabalidad dados los desafíos en nuestra región.

Aun así, al comenzar esta nueva década, reiteramos nuestro deseo y compromiso de construir un Medio Oriente en paz y contribuir para un mundo mejor en general.

Revista Protocolo

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