Un homenaje a la trayectoria del destacado periodista, escritor y académico, fallecido el pasado sábado 6 de noviembre de 2021
Luis Felipe Hernández Beltrán
Ciudad de México, 9 de noviembre de 2021.— En México, por no decir que en todo el mundo, no había nadie que supiera tanto de rumba como Froylán López Narváez.
Tanta era su pasión por este género musical y todos los que se derivan de este, que buscó relacionarla con la escritura, periodismo y la academia, rubros en los que se especializó y consagró como uno de los mejores.
Además de las aulas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y las cabinas radiofónicas de Radio Educación (1060 AM), emblemáticos centros nocturnos de la Ciudad de México como el Salón Los Ángeles, el California Dancing Club, y otros recintos ya desaparecidos como el cabaret Bombay, vieron no solo desfilar a Froylán, sino también sacarle brillo a la pista a ritmo de mambo, son, guaracha, guaguancó y demás ritmos tropicales.
Quienes lo tuvieron como maestro, recuerdan que una de las dinámicas escolares era que los alumnos debían de presentarse bailando; y en sus facetas más públicas: la de reportero y literato, siempre buscó compaginarlas con la rumba. De ahí los programas de radio en la señal de Radio Educación Son…eros coconducido con Peggy Echánove que se transmitió de 1995 a 1998, en el que la música guapachosa se fusionaba con la poesía y en donde nació la frase que convirtió en eslogan: “La rumba es cultura”.
“Son …eros, son del amor, los amores del son, músicas que cantan y bailan las dichas y las desdichas de los amorosos, letras y poesías al ritmo de afroamérica. Dos horas de regocijo y voces para que el cuerpo se anime, alegría para que lo piense, lo goce y los piense bien y mucho, para que logre muchos amores y buenas pasiones”, citaba la introducción al programa.
Con Mi otro yo, que hasta finales de octubre de 2021 se transmitía los lunes a las 21:30 horas también por Radio Educación, se daba a conocer un lado más personal de las figuras públicas del ámbito político y cultural de México. “El lado íntimo de los personajes de la vida política, artística y cultural e México. El relato de la propia vida en una charla abierta y franca…”, cita en la descripción del programa.
En ¡Qué no te grillen!, acompañado en la conducción por Jorge Meléndez Preciado, dándole ese toque de picardía y reflexión al acontecer político mexicano e internacional: “Un espacio en el que el ciudadano común pueda encontrar nuevas coordenadas que le permitan tomar distancia de la grilla y asumir su papel de ciudadano, de individuo informado, responsable de sus propias decisiones”.
Pero también López Narváez fue parte de aquel movimiento que, encabezado por Julio Scherer García, llevó a la creación de la revista Proceso, como un arma rebelde periodística y de dominio público que se oponía a los regímenes presidenciales; y de ahí, un largo peregrinar por distintas casas editoriales, entre ellas Grupo Reforma, donde cada miércoles, desde el 14 de abril de 1999, se leía en su artículo de opinión, siendo el último publicado el 22 de octubre de 2014.
“Esta es la última colaboración de quien la escribe en este diario. Se le ha pedido con amabilidad que él también egrese de la publicación. Es muy de agradecerse el trato y respeto cabales al criterio y posiciones que ha expresado. Se despide uno con un hasta siempre”, cita.
Esa vida de academia, música, letras y baile rumbero finalizó la noche del pasado sábado 6 de noviembre de 2021, cuando se informó el fallecimiento del periodista a los 81 años de edad a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
