Personajes

Carlos Girón se echa un clavado a la eternidad

El medallista olímpico en Moscú 1980, falleció ayer víctima de una neumonía a los 65 años de edad

Luis Felipe Hernández Beltrán

Ciudad de México, 14 de enero de 2020.— No todo ha sido miel sobre hojuelas en la historia de los Juegos Olímpicos. Muchas páginas del olimpismo mundial, también han sido empañadas por injusticias deportivas en las que varios atletas han sido los sacrificados con bajas calificaciones o decisiones mal tomadas de los jueces.

Carlos Girón fue uno de esos deportistas que tenía asegurada la medalla de oro, después de una perfecta competencia en la prueba de clavados, trampolín de tres metros, en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. Su más cercano oponente, el ruso campeón mundial, Alksandr Portnov, quien era el favorito, lo seguía en el segundo lugar.

Justo al realizar su último clavado, Portnov, quien aparte era el anfitrión, se tira mal, culpando al público que lo habría desconcentrado por ruido, razón por la cual, los jueces, de la nada, piden al ruso volver a hacer el clavado y con ello, mandar a Girón, injustamente, al segundo lugar.

A pesar de esa infamia, Carlos Girón se mostró contento, luciendo su medalla de plata, al mismo tiempo que portaba un sombrero de charro.

Carlos Armando Girón Gutiérrez, nacido el 3 de noviembre de 1954 en Mexicali, Baja California, desde muy pequeño se mudó con su familia a Acapulco, Guerrero, y fue el ver a los clavadistas de La Quebrada, donde decidió adoptar a ese deporte como estilo de vida.

Según cuenta en varias entrevistas, su aventura en el deporte inicia aventándose desde la altura de los 45 metros de La Quebrada, y también, con otros chicos que solicitaban a los paseantes aventar una moneda al mar para aventarse por ella.

Una vez radicado en la Ciudad de México, la Unidad Deportiva Morelos fue el lugar donde Girón se preparó profesionalmente al lado del reconocido entrenador Jorge Rueda. A partir de ahí una destacada trayectoria en la que logró constantes triunfos en Juegos Centroamericanos y Panamericanos, así como competencias locales y campeonatos internacionales que lo llevaron a obtener el primer Premio Nacional del Deporte en 1975, de manos del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez.

Destaca el haber competido, e incluso ganado, contra referentes mundiales como el estadounidense Greg Louganis o el ítalo-austriaco Klaus Dibiasi.

Munich 1972, fueron los primeros Juegos Olímpicos a los que asistió, seguido de Montreal 1976, Moscú 1980 (donde obtiene la polémica medalla de plata, además de ser abanderado de la delegación mexicana) y Los Ángeles 1984.

Su constancia internacional en los clavados, lo colocó en la elite mundial, por lo que la revista Swimming World lo galardonó en sus ediciones especiales de 1978, 1979 y 1980; además de ser miembro permanente del Salón de la Fama Internacional de Natación.

Tras su retiro después de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, combinó su profesión de odontólogo con la política donde destacó con varios cargos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como candidato independiente a jefe delegacional de Miguel Hidalgo en las elecciones de 2006; y después, en 2018, fue el abanderado del Partido Revolucionario Institucional para ocupar el cargo de alcalde en Benito Juárez.

También incursionó como comentarista deportivo, colaborando para distintos medios de comunicación, principalmente en transmisiones de Juegos Olímpicos y campeonatos nacionales y mundiales de deportes acuáticos.

En diciembre pasado, Carlos enfrentó su más dura competencia, al ser internado en el Centro Médico de La Raza debido a una neumonía, de la cual, pese a esfuerzos médicos, no logró recuperarse.

Ayer, Carlos Girón falleció a los 65 años de edad, pasando al terreno de la inmortalidad. Le sobreviven su esposa Silvania Uribe y sus hijos Carlos y Silvania Girón Uribe.

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