Personajes

Chava Flores, el cronista musical de la CDMX

Ayer se celebraron cien años del nacimiento del célebre cantautor

Revista Protocolo*

Ciudad de México, 15 de enero de 2020.— El cronista que convirtió a la Ciudad de México en escenario de los cuadros costumbristas más entrañables, desde “Sábado Distrito Federal”, hasta el coscorrón en el ego citadino de “¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?”.

Fue el 14 de enero de 1920, cuando nació Salvador Flores Rivera en el barrio de La Merced, pero se crio en otras emblemáticas colonias capitalinas como Tacuba, Santa María la Ribera, Azcapotzalco y la Unidad Cuitláhuac.

Sus rumbos eran donde estaba lo auténtico, en el barrio, incluso en el arrabal, donde salieron las estrofas de “Los pulques de Apan” o “El gato viudo”.

El compositor, más de allá de lo divertido de sus letras, hizo una disección social de los hábitos, ritos y manejos de la ciudad; lo mismo se metía a las casas de las clases populares, política, religión, familias de las vecindades o zonas popof.

En su juventud, Chava, después de dejar la escuela para ayudar a la economía de su familia, trabajó en varios oficios, desde repartidor, cobrador, contador ferretero, y hasta despachador en una salchichería. Pero lo que lo acercó a la composición fue un negocio de imprenta que tenía con un amigo, de ahí imprimó la revista Álbum de Oro de la Canción, que le dio oportunidad de conocer a importantes compositores mexicanos.

La primera canción del autor fue “Dos horas de balazos”, que se editó en 1952, junto la pieza “La tertulia” ambas se convirtieron en éxitos. Poco después, vinieron “Boda de vecindad”, “Peso sobre peso”, “Ya llegaron los gorrones”, entre otras crónicas que se convirtieron en un retrato fiel, que todavía perdura.

En el Cancionero de Chava Flores, que editó Culturas Populares, junto con Ageleste Discos, compañía discográfica del autor, realizado bajo la supervisión de María Eugenia Flores, hija del compositor, hay 189 canciones y 197 versiones distintas de composiciones.

La influencia de Flores permeó en el ámbito cultural de toda una época. Sus canciones formaron parte del repertorio de varios intérpretes como Pedro Infante que entonó “Carta a Eufemia” y“La tertulia”, en algunas de sus películas.

También participó como actor en varios largometrajes, algunos de ellos inspirados en las letras de sus canciones como La esquina de mi barrio (Fernando Méndez, 1957), Mi influyente mujer (Rogelio González, 1957), Bajo el cielo de México (Fernando de Fuentes, 1958), ¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano? (Arturo Martínez, 1979), entre otras.

El Mesón de la Guitarra, clásico restaurante de la calle Félix Cuevas de la CDMX, fue el lugar en que durante los años setenta Chava realizaba varias temporadas con lo mejor de su repertorio, congregando a miles de seguidores que se reunían para pasar un rato agradable y corear los éxitos.

Tras una exitosa carrera artística, el cronista musical dejó la CDMX para trasladarse a Morelia, Michoacán, donde como dice la letra de “Cerró sus ojitos Cleto”, dejó los barrios y el arrabal el 5 de agosto de 1987.

(*Con información de Notimex)

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