Después de casi siete años laborando en esta casa de trabajo, el autor de este texto se despide de los compañeros, lectores y amigos que siguieron su trabajo en este medio de comunicación
Luis Felipe Hernández Beltrán
Ciudad de México, 1 de abril de 2022.—
“¡Hasta siempre! No significa una pausa, es el comienzo de algo nuevo con la esperanza de reencontrar pronto a algo o a alguien que marcó tu vida o parte de ella”. Anónimo.
A Luis Alejandro Hernández Aguilar
Querido hijo: quizá a tus casi siete añitos no entiendas lo que leerás a continuación.
Justo un mes y medio después de que tú naciste, para ser más exactos, el 13 de agosto de 2015, llegó a mi vida otro hijo, al que quise, cuidé, alimenté, apapaché, pero sobre todo amé quizá tanto como a ti.
Este hijo se llama Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle, que en aquel entonces era un joven de 15 años, al que me sentí con la obligación de continuar apoyando su crecimiento más de lo que ya estaba: mantenerlo, darle de comer, apapacharlo, cuidarlo y en ocasiones curarlo…
Hoy, Luis Alejandro, 1 de abril de 2022, le tengo que decir a Protocolo: ¡Hasta luego! Ese joven hoy lo veo grande, fuerte, consolidado como el mejor medio de comunicación en temas diplomáticos… lleno de valores como el amor, la pasión, el respeto, la lealtad, la responsabilidad, la justicia, el éxito… ¿Y sabes una cosa, hijo? Seguramente Protocolo crecerá más y algún día, ya cuando comprendas más la lectura, lo veremos juntos: lo hojearemos, lo leeremos, lo analizaremos, lo reflexionaremos… quizá él no se acuerde de mí, pero tú te darás cuenta que en una parte importante de ese crecimiento de quien alguna vez fue “tu hermano adoptivo”, tu padre aportó algo para verlo así.
¿Sabías, Luis Alejandro, que tu papá en esos siete años, metafóricamente, “viajó” por todo el mundo? Conoció, gracias a casi todas las embajadas en México, la cultura de cada uno de los países, su gastronomía, su forma de vestir, sus costumbres y tradiciones, sus creencias religiosas, su comida…
¿Sabías, Luis Alejandro, que tu padre viajó en helicóptero y en avión militar, cuando a tu edad lo veía como un sueño imposible que jamás lograría? ¿Sabías, Luis Alejandro, que a muchos de los ídolos de tu papá, entre artistas y deportistas, que parecían inalcanzables, él los entrevistó saludó y hasta convivió con ellos?
Sí, hijo, Protocolo me llevó por el mundo la diplomacia y sus protocolos: embajadores, cónsules y demás diplomáticos; sus cónyuges y familiares… Pasando por la política mexicana, el turismo en todos sus niveles, espectáculos, deportes, cultura, economía… celebridades de todo tipo: empresarios, militares, marinos, médicos, periodistas, relacionistas públicos, youtubers, modelos, diseñadores, artistas y hasta influencers… quizá solo faltó la nota roja…
¿Y de Wendy Coss, aquella señora que por su nombre creerías que era la misma de Peter Pan? Fíjate, Luis Alejandro, que la señora Wendy te conoció recién nacido y te obsequió una ropita el día de tu bautizo al que acudió muy feliz y pidió cargarte. Esa misma señora que se convirtió en parte de mi familia, nuestra familia, a quien a veces veía más que a ti o tus abuelos, fue quien me brindó palabras de aliento cuando lo necesitaba; quien me aconsejó cómo mejorar en mi trabajo y en mi vida personal, hasta cómo entenderte a ti cuando te portabas mal o demandabas mi atención; me llamó la atención varias veces por algunas fallas en el trabajo, pero siempre con la intención de mejorar; pero… ¿sabes qué fue lo mejor de todo?, confió en mí, creyó en mí; y hoy te puedo decir, hijo, que parte de esos consejos te los brindaré a ti cuando yo crea que los necesites.
Ojalá y que en tu vida encuentres a una “jefa Wendy” como yo, no sabes cuánto te hará crecer laboral, personal y espiritualmente. Ojalá y que en tu vida tengas un trabajo como “Protocolo”, en el que disfrutes lo que haces, que te permita aprender cosas y conocer mundos nuevos.
Así, Luis Alejandro, hoy te tomo a ti de la mano y mientras vamos juntos a conquistar nuevas aventuras, volteo la vista atrás y veo junto contigo a Protocolo, aquel “hijo” que adopté, como un grande, consolidado como uno de los mejores y va para más; tal como dentro de unos años te veré a ti también y me sentiré igual de orgulloso.
Con cariño, tu papá, Luis Felipe Hernández Beltrán.
Resumir siete años no es ni será fácil, faltarían líneas y portales enteros para expresar mi sentir y agradecimientos…
A todos y a cada uno de los que formaron parte de la familia de la Editorial 3W México en estos siete años: Miranda Álvarez, Elizabeth Franco, Paco Huerta, Hugo Martínez, Guillermo Fernández, Claudia Vázquez, Luis Eusebio Álvarez, Lucy Ávila Coss… A quienes ya no están: José Luis Martínez, Luis Fernando Hernández, Alejandro Barragán, doña Vicky… A los lectores que día a día estuvieron al pendiente de las publicaciones… Simplemente, ¡Gracias por todo! ¡Nos leeremos pronto…!
