Personajes

Ignacio Comonfort

Estableció su cuartel general en Huetamo, Michoacán, y desde allí empezó las operaciones. Pasó a Jalisco y se apoderó de Zapotlán; luego pasó a Colima y de ahí regresó a Sayula y amenazó a Guadalajara.

López de Santa Anna, al ver lo incontenible de la revolución y que ésta se extendía por todas partes, abandonó el país el 9 de agosto de 1855 y el general Juan Álvarez asumió la presidencia, nombrando al general Comonfort ministro de Guerra, cargo que desempeñó del 10 de octubre al 10 de diciembre de 1855.

Como Álvarez renunció a la presidencia, quedó el general Comonfort como presidente sustituto, del 11 de diciembre de 1855 al 30 de noviembre de 1857. Los jefes conservadores, de acuerdo con el clero, levantaron en armas a las poblaciones indígenas de Zacapoaxtla, en Puebla, acaudillados por un antiguo amigo y compañero de Comonfort: don Antonio Haro y Tamariz.

Para combatirlos, el gobierno mandó tropas a las órdenes del general Ignacio de la Llave, las que se sublevaron y pasaron al enemigo. De la Llave estuvo en peligro de ser fusilado por sus oficiales y regresó a México con unos cuantos de los suyos.

Una segunda columna de tropas fue enviada contra los rebeldes. Estaba al mando del general Severo del Castillo, militar conservador que hizo causa común con los rebeldes. Comonfort, con la autorización del Congreso, se puso al frente de un tercer contingente, con el que recobró la plaza de Puebla el 23 de marzo, después de haber derrotado a los conservadores en la batalla de Ocotlán, Tlaxcala.

Mientras esto ocurría y el gobierno se encargaba de combatirlos o arreglarlos, el Congreso Constituyente —convocado desde la época de la gestión del general Álvarez— terminó sus labores y el día 5 de febrero de 1857 fue promulgada la nueva Constitución.

Se hicieron elecciones y eligiéndose presidente de la República al general Comonfort, el 1 de diciembre de 1857, y presidente de la Suprema Corte de Justicia a don Benito Juárez.

El 17 de diciembre, el general Félix Zuloaga proclamó el Plan de Tacubaya, por el cual cesaba de regir la Constitución. Comonfort, desconociendo las bases legales en que estaba asentado su gobierno, aceptó tal estado de cosas; hizo aprehender al licenciado Juárez y a don Isidoro Olvera, así como a varios legisladores que se oponían a ese golpe de Estado.

El 11 de enero de 1858 se levantó en armas una brigada de infantería estacionada en Tacubaya, desconociendo como presidente de la República al general Ignacio Comonfort y nombrando para sustituirlo a su jefe, el general Félix Zuloaga.

Después de algún tiempo, Comonfort regresó al país y estuvo en Monterrey; el gobierno libró orden de aprehensión en su contra, pero don Santiago Vidaurri no la acató en lo mínimo.

Cuando se produjo la intervención francesa, Comonfort ofreció sus servicios al gobierno y le fueron aceptados nombrándosele comandante del llamado Ejército del Centro, para llevar municiones de boca y de guerra al general Jesús González Ortega, sitiado con sus tropas en Puebla. Las fuerzas de Comonfort, alcanzadas por los franceses en la hacienda de San Lorenzo, fueron completamente derrotadas el 18 de mayo.

Cuando los franceses avanzaron hacia México, el gobierno republicano presidido por Juárez se trasladó a San Luis Potosí, donde se presentó Comonfort para recibir la orden de encargarse del mando del ejército que se iba a crear para hacerle frente a los invasores.

Al hacer un recorrido, muy confiado y solamente con una escolta de cien soldados, yendo del Molino de Soria a Celaya el día 13 de noviembre de 1863, fue atacado por una numerosa partida de bandidos al mando de un tal Sebastián Aguirre que se decía conservador, y herido de muerte de una lanzada que según aseguraron le dio el propio Aguirre, cuando Comonfort se defendía con valor, el general, trasladado a Celaya rápidamente, expiró en el camino.

Revista Protocolo

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